Ocho de cada diez casos de diabetes tipo 2 pueden prevenirse
► Cada año se diagnostican alrededor de 386.000 nuevos pacientes de esta enfermedad en la población adulta
La segunda fase del estudio Di@ bet.es, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas Asociadas (CiberDEM), estima que la prevalencia de esta enfermedad, que es fácilmente prevenible, se sitúa en el 13,8%, o lo que es lo mismo: mismo: más de 4,5 millones de españoles españoles la padecen. Además, su incidencia incidencia está aumentando hasta los cerca de 386.000 nuevos casos de diabetes cada año en la población adulta.
A diferencia de la diabetes tipo 1, en la que una reacción autoinmune autoinmune provoca que las propias defensas defensas del organismo ataquen a las células productoras de insulina del páncreas (la hormona que controla controla los niveles de glucosa en la sangre), sangre), en la tipo 2 el organismo produce produce insulina, pero hay una baja respuesta de las células a la misma (resistencia a la insulina). Eso hace que el páncreas deba producir aún más esta sustancia pero esta, con el tiempo, puede ser insuficiente.
Estos pacientes, habitualmente, no requieren inyecciones de insulina, insulina, al menos al principio, como sí ocurre en la diabetes tipo 1 con inyecciones diarias para compensar compensar el déficit de la misma.
El experto Julio Maset, médico de Cinfa, incide en el hecho de que, «al contrario de lo que se piensa, la diabetes tipo 2 puede prevenirse o retrasarse fácilmente. Es una enfermedad enfermedad estrechamente vinculada vinculada a la obesidad, la hipertensión y el colesterol alto, y por lo tanto, muy relacionada con el estilo de vida actual y los hábitos que hemos ido adquiriendo. De hecho, en el 80% de los casos, la aparición de esta enfermedad y sus consecuencias consecuencias podrían evitarse o retrasarse con una dieta sana y el aumento de la actividad física».
Atención a los síntomas
Tanto la diabetes tipo 1 como la tipo 2 afectan casi por igual a hombres hombres y mujeres y pueden manifestarse manifestarse a distintas edades, si bien la primera suele aparecer en la infancia infancia o en la juventud, mientras que la segunda es más habitual a partir de los 40 años. « Es muy importante importante prestar atención a síntomas como debilidad y cansancio extremo, extremo, orinar con demasiada frecuencia, frecuencia, hambre constante, sed excesiva, una pérdida repentina de peso o heridas que no se curan e infecciones recurrentes, que pueden pueden indicar que se ha desarrollado la enfermedad», añade Maset.
Ambas enfermedades, con el tiempo, también pueden provocar daños en el corazón, los vasos sanguíneos, sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios debido a ese exceso de azúcar en la sangre, lo que deriva, en ocasiones, en patologías tan graves como el infarto de miocardio, miocardio, el derrame cerebral, la insuficiencia insuficiencia renal, la retinopatía o el pie diabético.
« Reconocer las señales de alerta puede ayudar a actuar para regular el nivel de glucosa en sangre y de esa forma prevenir o retrasar las complicaciones habituales de la diabetes y, una vez diagnosticada la enfermedad, a controlarla adecuadamente adecuadamente –señala el experto de Cinfa–. Llevar un estilo de vida saludable, saludable, seguir fielmente el tratamiento, tratamiento, una monitorización estrecha, estrecha, dieta sana y ejercicio físico regular contribuirán a mantener los niveles de glucosa dentro de la normalidad y, por tanto, a un mejor mejor estado de salud de la persona diabética».