Altas torres
PorPor muy alta que sea la torre siempre puede caer. Esta semana 700 kilos de explosi-vos explosi-vos han volado la chimenea más alta de Reino Unido, la de la central térmica escocesa de Longannet de Scottish Power. En menos de un minuto de-rrumbaron de-rrumbaron la torre de 183 me-tros me-tros de altura de la que fue la mayor central eléctrica de toda Europa. En sus mejores tiem-pos, tiem-pos, llegó a dispensar energía a dos millones de hogares y con-sumía con-sumía cuatro millones de tone-ladas tone-ladas de carbón.
La demolición de Longannet es un símbolo de la aceleración hacia las energías renovables. En Escocia, por ejemplo, ya no queda ni una central que utilice carbón para generar electrici-dad electrici-dad y se plantan más campos eólicos que de golf. Hay perde-dores: perde-dores: 160.000 empleos direc-tos direc-tos del carbón en el Viejo Con-tinente. Con-tinente.
La propia Agencia Interna-cional Interna-cional de la Energía afirma que se ha alcanzado el pico en el consumo de gasolina. La petro-lera petro-lera BP cree que será difícil que el mercado del crudo se recu-pere recu-pere totalmente del impacto de la pandemia de la COVID; esti-ma esti-ma que la caída de la demanda podrá alcanzar hasta el 80% de aquí al año 2050. Quizá, por eso, las grandes petroleras invierten menos en hidrocarburos y más en renovables y electrifica-ción. electrifica-ción.
Por su parte, Bruselas ha dado luz verde al PERTE del automóvil eléctrico, 3.000 mi-llones mi-llones de euros de inversión. Volkswagen anuncia la fabrica-ción fabrica-ción de varios modelos eléctri-cos eléctri-cos en sus factorías españolas, antes lo hicieron Renault y Ste-llantis, Ste-llantis, aunque faltan fábricas de baterías y regular el hidróge-no hidróge-no verde.
Se ha desatado una carrera que recuerda a la de los dibujos animados de los autos locos y en economía no siempre el que parte primero es el que logra mantenerse en pie.