Todas las contradicciones del moderno Baudelaire
► Antoine Compagnon ofrece un gran estudio sobre el poeta que muestra su modernidad y subraya también sus contradicciones
Irreductible: que no se puede reducir. reducir. Esa es la definición que da la Real Academia Española de un término que ahora protagoniza Charles Baudelaire. « Reducir» tiene tiene una que reza: «Someter o dominar dominar por la fuerza a alguien o algo que ofrece resistencia». El poeta francés fue un librepensador, alguien alguien que Antoine Compagnon califica de «moderno antimoderno» antimoderno» en este « Baudelaire, el irreductible» irreductible» (traducción de José Ramón Ramón Monreal), pues cabe encontrar siempre al autor de «Las flores del mal» en una continua ambivalencia. En efecto, aquí veremos veremos al Baudelaire en su dualidad dualidad y reversibilidad, con un ánimo ansioso de resistencia ante el mundo moderno que florecía en el segundo tercio del siglo XIX. El poeta lo condenó pero se benefició benefició de lo que aquella sociedad, en torno a los ámbitos de la Prensa o la fotografía, generaba. El Baudelaire Baudelaire biográfico y literario va apareciendo apareciendo en las páginas de este libro con una enorme minuciosidad. minuciosidad. Por un lado, surge un hombre al que todo le repugna, que todo critica de antemano, aunque después después anhelara publicar en los periódicos periódicos y dejarse retratar; por el otro, se analizan sus últimos textos, textos, « El esplín de París», los poemas poemas en prosa en los que se concentra concentra con más fruición si cabe ese talante ambiguo, de ataque al ambiente ambiente contemporáneo, en lo urbano urbano y social, pero también al mundo del arte, por ejemplo, despreciando despreciando la pintura narrativa. Esta irreductibilidad es solo un pretexto, pues lo importante e interesante interesante es seguir las explicaciones explicaciones de Compagnon acerca de la concepción de sus obras.