La Sanidad pública se resquebraja sin remedio

LaLa Sanidad pública es-pañola es-pañola está hecha trizas. Lo dicen los sa-nitarios, sa-nitarios, que llevan semanas echándose a las calles para protestar contra el deterio-ro deterio-ro que aprecian día a día en el Sistema Nacional de Salud (SNS), y lo corroboran las cifras y los informes que se están co-nociendo co-nociendo en los últimos días. Algunos de ellos son, por cierto, demoledores. El 31 de diciem-bre, diciem-bre, por ejemplo, en plena sex-ta sex-ta ola, España registró el mayor número de pacientes en espera de una operación de su histo-ria: histo-ria: 706.740. Más que la cifra, el grave problema está en el tiem-po tiem-po medio de esa espera, y que ascendió a 123 días en el con-junto con-junto del país y de las principa-les principa-les especialidades médicas. Sepan que este no es el tiempo real que tiene que esperar un enfermo para someterse a una intervención, ya que antes debe pasar el filtro de la primaria y luego el del acceso a la consul-ta consul-ta del especialista que prescri-be prescri-be la intervención, y éste alcan-za alcan-za de media los 89 días, aunque en algunas especialidades y co-munidades co-munidades desborda los 200. Si las listas de espera constituyen un termómetro perfecto para medir el estado de salud de un sistema sanitario, hay otro que también permite hacerlo: el del tiempo que tardan los medica-mentos medica-mentos innovadores en llegar al mercado. En este apartado, nuestra Sanidad también sus-pende. sus-pende. El 1 de enero sólo esta-ban esta-ban disponibles en España 85 de los 160 fármacos aprobados en la UE entre 2017 y 2020. El estado de la situación es tan grave que hasta organizaciones afines a la izquierda le han pe-dido pe-dido al Gobierno que mueva ficha. En lugar de emplear pa-labras pa-labras vacuas como «resilien-cia», «resilien-cia», el Ministerio de Sanidad debería convocar un pleno del Interterritorial para abordar el deterioro del sistema público e inyectar fondos en lugar de re-ducirlos, re-ducirlos, como revela el Plan de Estabilidad enviado a la UE.