Un acto entrañable
Desde que tomó posesión como presidente del Consejo de Gafes de España, un sujeto de cuyo nombre no quiero acordarme, acordarme, nos ha caído la del pulpo: pulpo: pandemia, Filomena, crisis económica, una guerra abierta (hay, por desgracia, otras larvadas larvadas que no están en las primeras páginas de los noticiarios) y una sensación de inseguridad y de decaimiento que nos cubre a todos como la Sombra de la «Historia interminable». Y que Dios no nos mande todo lo que podamos aguantar, porque esto puede ser el principio de males mayores. Por ello, toma cuerpo más que nunca el «carpe «carpe diem» medieval, pues ya no nos atrevemos a hacer planes más allá del fin de semana. Por eso, el día 12 de mayo (a las 19 h) voy a disfrutar ayudando a mi viejo amigo (que no amigo viejo) José Francisco Rodil a presentar su última novela, «Los prodigios de Gillingham» (Velasco Ediciones), en la librería librería Antonio Machado del Círculo Círculo de Bellas Artes.
Mi amigo nació en Santa Eulalia Eulalia de Oscos (Asturias). Ha vivido vivido en Madrid (en donde estudiamos estudiamos juntos hasta la Universidad), en Oviedo y en Santiago de Compostela, ciudad ciudad en la que reside. Es periodista periodista y escritor (en ambos casos competente), es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Se inició en el periodismo periodismo en la agencia de información información Mencheta. Trabajó como redactor en el diario « Informaciones», Informaciones», en « El Correo Gallego» y en Televisión de Galicia, Galicia, donde, entre otras responsabilidades, responsabilidades, desempeñó el cargo de director gerente. Como escritor, ha publicado «Sin máscara: relatos del periodismo periodismo de camuflaje » ( Tris Tram, 1999), « El señor del Senescal» Senescal» (Madú, 2003), «Memorias «Memorias del valle escondido: narraciones narraciones y leyendas de Santalla de Oscos» (CH, 2008), « La noche noche de las luminarias» (Velasco, (Velasco, 2018) y « Los prodigios de Gillingham» (Velasco, 2021). Lo dicho: voy a disfrutar.