Un maltrato inaceptable al CNI
En el Centro Nacional de Inteligencia esquivan el foco mediático. No se encuentra entre sus funciones ni es conveniente para sus objetivos. La polémica sobre el espionaje a distintos independentistas, en el marco del golpe separatista contra el orden constitucional, ha causado contrariedad en el seno de la institución. El malestar creciente del que informamos hoy resulta indisimulable. Se ha acrecentado con la operación de los aliados del Gobierno y varios de los ministros para poner en la picota a la directora Paz Esteban y a la propia ministra Margarita Robles. Ni siquiera la más que solvente comparecencia de Esteban para explicar la legalidad de las operaciones del CNI contra una amenaza cierta a la democracia ha desactivado la operación contra el Centro. Se persigue la humillación de un servicio del que los enemigos del Estado deben cuidarse. Asistimos a un maltrato inaceptable e insólito desde el poder político que Sánchez debe parar.