9-M: La soledad de Putin
Opinión ► En 1995, Yeltsin invitó a Clinton al desfile militar y marcó la normalización de las relaciones. Ahora, se da marcha atrás
DetrásDetrás de las palabras, la realidad del mandatario ruso, Vladimir Putin, ya no se oculta. La ope-ración ope-ración especial de unas sema-nas sema-nas se ha convertido en una guerra «gene-ral» «gene-ral» porque podría extenderse a Moldavia, Bielorrusia, Georgia y no se descarta un in-cidente in-cidente más al oeste y al norte de las fronte-ras fronte-ras ucranianas.
En este contexto, el 9 de mayo se celebró el Día de la Victoria introducido en 1965 por Brezhnev con motivo del 20º aniversario de la rendición nazi. Ahora bien, en los años noventa, hubo una «ruptura» en la forma de llevar la importancia concedida al 9 de mayo. Ese periodo postsoviético se caracte-rizó caracte-rizó por la desintegración de la URSS, los choques de las reformas económicas y la transición de una economía estatal planifi-cada planifi-cada a una economía de mercado capitalis-ta. capitalis-ta. El Día de la Victoria dejó de ser una prio-ridad prio-ridad y un ritual patriótico ineludible en un país en el que la población estaba más pre-ocupada pre-ocupada por su supervivencia y su poder adquisitivo. Sin embargo, el 9 de mayo de 1995 fue diferente con el telón de fondo de la guerra –y no operación especial– de Che-chenia Che-chenia porque Boris Yeltsin invitó a Moscú a sus homólogos estadounidense y británi-co, británi-co, Bill Clinton. Suponía una señal de des-hielo des-hielo y normalización de las relaciones di-plomáticas di-plomáticas entre ambas potencias.
La llegada al poder de Putin, el 31 de di-ciembre di-ciembre de 1999, marcó un nuevo punto de inflexión conmemorativo y una renovación en la realización de las celebraciones del Día de la Victoria. En 2010, el 9 de mayo se fijó definitivamente como fiesta patriótica en un contexto de recuperación política.
Desde ahora, hay conmemoraciones en todas las repúblicas de la Federación Rusa, con nuevas iniciativas como concursos de dibujo y escritura. Abandonada al final de la Guerra Fría, la educación «patriótico-mi-litar «patriótico-mi-litar » vuelve a surgir en la sociedad rusa, algo que no se veía desde el periodo de la Rusia Imperial. El pasado soviético también se recupera con una imagen idealizada y una visión de la historia de geometría varia-ble varia-ble porque no se cuestiona la masacre de los oficiales polacos en Katyn o el pacto germano-soviético germano-soviético en el discurso oficial.
Putin otorga al 9 de mayo una importancia importancia especial, una conmemoración única elevada a una causa sagrada. El jefe del Kremlin Kremlin se esfuerza por preservar esta memoria colectiva, marcador de una nueva identidad patriótica rusa. Tras el desfile militar, la marcha marcha del «régimen inmortal» inmortal» se organiza en cada edición desde 2015. Esta iniciativa originalmente apolítica, que surgió de la sociedad civil en 2012 en Tomsk, fue asumida gradualmente por los movimientos nacionalistas y el Gobierno, que la convirtieron en un desfile casi obligatorio obligatorio que celebraba el heroísmo y el patriotismo. patriotismo. Cada familia marcha con un retrato retrato de un pariente o antepasado que luchó en la «Gran Guerra Patriótica». En 2015, con motivo del 70º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, el líder del Kremlin Kremlin abrió la marcha de Moscú con un retrato retrato de su padre. Debido a la anexión de Crimea y al apoyo activo de Moscú a las repúblicas separatistas de Donbás, los líderes líderes occidentales habían rechazado la invitación invitación de Putin para asistir a las conmemoraciones conmemoraciones del 70º aniversario de la Victoria. El desfile en la Plaza Roja reunió a casi 16.000 soldados. La presentación de la última tecnología tecnología militar se interpretó en Occidente como una inquietante demostración de fuerza.
En Occidente se especulaba con una posible posible escalada del conflicto. Por parte del Kremlin, el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, negó que el Ejército ruso tuviese un objetivo militar oculto o escondido el 9 de mayo. En Washington, el Departamento de Estado también comentó los rumores de que Putin estaba aprovechando las celebraciones celebraciones del Día de la Victoria para formalizar una declaración de guerra contra Kyiv, lo que daría a Moscú la oportunidad de aumentar aumentar el número de tropas sobre el terreno. Pero no fue así.
La desnazificación ha sido el trapo rojo agitado por las autoridades rusas desde 2014. No es de extrañar que, con motivo del 9 de mayo, Moscú retomó esta idea de desnazificación desnazificación utilizando referencias históricas. históricas. Este argumento anacrónico de la desnazificación desnazificación se ha convertido en el leitmotiv leitmotiv de las autoridades rusas, un argumento eficaz destinado a crear un paralelismo con la Segunda Guerra Mundial Mundial en la sociedad rusa. Y desde hace quince quince años, las autoridades ucranianas hablan de la victoria sobre el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, y ya no de la Gran Guerra patriótica, como la siguen llamando las autoridades de Moscú.
Los líderes mundiales ya rechazaron su invitación en 2015