José María Merino y la mujer que le salvó de la pandemia
Fue italiana, vivió durante el apogeo apogeo del imperio español y, sobre todo, era una deuda pendiente y secreta que mantenía José María Merino. El novelista descubrió su figura hace bastantes años, pero el destino o la suerte se interpuso en su camino y le regateó la oportunidad oportunidad de abordar su semblanza en un libro. La pandemia, con sus meses meses de enclaustramiento y el obligado obligado retiro de la vida pública, le ofreció la posibilidad que hasta ese momento no había tenido de saldar saldar esa cuenta irresuelta. «De ella, sobre todo me interesó la forma que tuvo de entregarse a la pintura y cómo la vivió, aparte, por supuesto supuesto de su vida sentimental», comenta comenta Merino, Premio Nacional de las Letras 2021.
Él mismo explica uno de los motivos motivos que le atrajo de esta pintora: « Me encanta el siglo de Oro. Hay personajes a los que tengo aprecio o que me parecen culturalmente interesantes, como es el caso de Felipe II. Por ahí he ido profundizando profundizando en este tema. Creo que este es uno de los aspectos que he intentado intentado conseguir en este libro: reflejar la época, lo que sucede en ella, las inquietudes sociales que existían entonces. Sofonisba tuvo la suerte de contar con un padre que pretendía reforzar la sabiduría y la destreza de los hijos y que pretendió pretendió que sus hijas tuvieran cierto nivel cultural y que aprendieran a pintar».
José María Merino, que reconoce que la redacción de esta obra ha sido su salvación durante los meses de encierro a los que nos ha sometido sometido la pandemia, admite con una sonrisa que, aparte de la escritura, también «me hubiera gustado ser pintor». Y conffiesa que entre la literatura literatura y el arte existen evidentes paralelismos y claros puntos de unión, como son la entrega, el silencio, silencio, la dedicación y el universo simbólico que suelen rodear todos los campos de expresión: «El pensamiento pensamiento simbólico te conduce a preguntarte por lo que somos y formular formular distintas maneras de enfrentarnos enfrentarnos a esas interrogantes».
El novelista retrata, así, en estas páginas, los avatares de la singular artista, sus amores, la corte española española en la que se desenvuelve, el declinar declinar de su vista, el destino de sus obras, que no se vendían y usaban como regalos o formas del intercambio intercambio diplomático del periodo. Pero también articula esta hipnótica historia con un diario personal en el que consigna sus vivencias durante la covid: «Esta obra me salvó durante durante la epidemia».