La Razón (Nacional)

Feijóo pasa a la acción ante la «mentira» del Gobierno

Pedirá explicacio­nes en el Congreso por la resolución de la crisis del «caso Pegasus» Moncloa reconoce que sacrifica al CNI para taponar la crisis con Esquerra

- A. Martínez / F. Cancio.

El PP de Feijóo pasa al ataque después después de haber ofrecido al Gobierno Gobierno su apoyo para gestionar la crisis del espionaje sin tener que someterse someterse a las exigencias de ERC. Hoy fijará posición, va a reclamar explicacio­nes explicacio­nes en el Congreso, y considera considera que el Gobierno «ha mentido» mentido» a los españoles, por lo que no se puede pasar página, sin más, de una crisis que ha hecho saltar por los aires las estabilida­d de los servicios servicios de inteligenc­ia. La actual dirección del PP ha incidido en su perfil de alternativ­a y de oposición de Estado, pero la resolución del «caso Pegasus» deja en Génova la sensación de que el Gobierno «no defiende a España». Mientras, ayer fue cesada la directora del CNI, Paz Esteban, y el Gobierno admitía «fallos de seguridad» sin aclarar su responsabi­lidad. Por su parte, la titular de Defensa, Margarita Margarita Robles, se reivindicó con un relevo de máxima confianza, Esperanza Esperanza Casteleiro, su mano derecha derecha los últimos años.

ElEl escándalo Pegasus se cobra su primera víctima política. En un golpe de pretendi-da pretendi-da firmeza, el Gobier-no Gobier-no muestra su profunda debilidad y la dependenci­a que le ata a los partidos soberanist­as que le sos-tienen sos-tienen en el poder. Después de varios días tejiendo el relato para su cese, el Consejo de Ministros acordó finalmente ayer la destitu-ción destitu-ción de Paz Esteban al frente del CNI. El movimiento se encuadra en lo meramente político, utilizan-do utilizan-do la salida de la hasta ahora direc-tora direc-tora de los servicios de inteligenc­ia como una suerte de cortafuego­s para intentar contener la crisis des-atada des-atada con Esquerra. El Ejecutivo necesitaba hacer un gesto de repa-ración repa-ración hacia los soberanist­as con carácter previo a la próxima re-unión re-unión que Pedro Sánchez manten-drá manten-drá con Pere Aragonés.

Con serias dificultad­es para ex-plicar ex-plicar los motivos de la destitució­n y sin justificar el cese públicamen-te, públicamen-te, fuentes gubernamen­tales sí re-conocen re-conocen en privado que este paso era necesario para apaciguar los ánimos de ERC. Dicho y hecho. El tono de los soberanist­as e incluso de los socios de Gobierno bajó con-siderablem­ente con-siderablem­ente sus decibelios tras conocerse la decisión. Desde que se desatara el escándalo del espio-naje, espio-naje, el Gobierno puso al CNI en el punto de mira. Primero, abriendo un «control interno» para fiscalizar su actuación en los seguimient­os a los independen­tistas, unos segui-mientos segui-mientos que se hicieron con aval judicial y dentro de los límites de la legalidad. Sin embargo, cuando el Ejecutivo hizo públicos los pincha-zos pincha-zos a los teléfonos de Pedro Sán-chez Sán-chez y Margarita Robles, elevó de nuevo la presión sobre los servicios de inteligenc­ia, apuntando a su responsabi­lidad en la brecha de seguridad. Finalmente, la «depura-ción «depura-ción de responsabi­lidades» que demandaban desde el indepen-dentismo indepen-dentismo se ha cobrado la pieza de Paz Esteban.

Y eso que, hasta este mismo lunes, lunes, desde el PSOE se argumentab­a argumentab­a que no había razones que motivasen motivasen su dimisión, a pesar de que Moncloa llevara días dejando su futuro en el aire. Solo la ministra de Defensa, Margarita Robles, había había cerrado filas con la ya exdirector­a exdirector­a del CNI que dijo «está teniendo teniendo que aguantar estoicamen­te imputacion­es que no se correspond­en correspond­en con la realidad». Fue precisamen­te precisamen­te Robles quien tuvo ayer que dar la cara para defender una decisión con la que mostró, por momentos, su incomodida­d. Durante Durante toda su intervenci­ón, la ministra ministra de Defensa no quiso entrar en los motivos que han llevado a la salida de Paz Esteban del CNI y se limitó a justificar­la como «un impulso» a la institució­n.

Desde el minuto uno tiró de eufemismos eufemismos para justificar­lo, como cuando comenzó diciendo que «el Gobierno ha acordado el cambio en la dirección del CNI». A partir de ahí, pese a la insistenci­a de los periodista­s, la titular de Defensa se esmeró en dejar claro que «no es una destitució­n, es una sustitució­n sustitució­n de una funcionari­a del centro por otra funcionari­a del centro», evitando relacionar la salida de Esteban con los fallos de seguridad que permitiero­n infectar varios móviles del Gobierno. «Quiero agradecer a Paz Esteban su trabajo» trabajo» señaló. De hecho, insistió en un mantra muy castrense para justificar justificar el espionaje: « La seguridad completa no existe. Claro que hay fallos de seguridad y los seguirá habiendo. Va a seguir habiendo ataques, no solo a España». Pero, insistió, ese no es el motivo y respondió respondió tajante la siguiente vez que se le cuestionó por ello: « No acepto acepto que se hable de destitució­n, es una sustitució­n», explicando que se trata de una «continuaci­ón natural». natural». Y recalcando, al mismo tiempo, que «no ha pasado nada» porque, además, «cumplimos con la legalidad», en referencia al espionaje espionaje a una veintena de independen­tistas independen­tistas catalanes. Y es que la declaració­n de Robles tras el Consejo Consejo de Ministros fue una defensa cerrada del CNI y de los 3.000 hombres y mujeres que trabajan en él, señalando que se abre «una nueva etapa» en la que no se puede puede «bajar la guardia» ante las ciberamena­zas ciberamena­zas que «cada día son mayores». mayores». De ahí que apuntase que «es imprescind­ible dotar de más medios al CNI» para que salga «más reforzado», porque «la modernizac­ión modernizac­ión del Centro es muy importante para el Gobierno».

Aunque Robles puso cara y voz a la destitució­n de Esteban, utilizó el relevo para reivindica­rse. Una reivindica­ción hacia aquellos que piden con insistenci­a su dimisión o quienes quieren controlar el CNI. En primer término, negó que vaya a abandonar su puesto al frente del ministerio y dijo sentirse respaldada por Sánchez. « Estar aquí es un regalo de la vida y del presidente del Gobierno. Llevo casi cuatro años sirviendo a mi país y trabajando por mi país, y voy a seguir haciéndolo», aseguró. En segundo lugar, la titular de Defensa Defensa dejó claro que la nueva directora directora del CNI, Esperanza Casteleiro, es una persona de su máxima confianza, confianza, por lo que el control de los servicios secretos está ahora, más si cabe, bajo su mando. «¿A quién se ha nombrado directora del CNI? A mi directora de Gabinete», dijo, sobre la hasta ahora secretaria secretaria de Estado de Defensa.

En paralelo, Moncloa confirmó ayer que, además del de Pedro Sánchez y Margarita Robles, también también fue infectado el móvil del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. A este último se le sustrajero­n, en dos ataques, 6,3Gb y 400 Mb en junio de 2021. Un volumen muy importante de informació­n, mayor que el del presidente. presidente. También se produjo un «intento fallido» de «hackeo» del teléfono del ministro de Agricultur­a Agricultur­a y exembajado­r en Marruecos, Luis Planas. Desde entonces no ha habido más agresiones.

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EUROPA PRESS La ministra de Defensa, Margarita Robles, ayer en Moncloa

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