El «Glorioso» se quedó a un palmo de la gloria
Liverpool y Alavés, que hoy llora su descenso a Segunda, disputaron una mítica final de la Copa de la UEFA en Dortmund
Nadie más lo ha hecho, descontan- do obviamente a los pioneros de las primeras ediciones. Pero más allá de aquellos años heroicos, ningún ningún club puede presumir de un debut en una competición continental continental tan homérico como el protagonizado protagonizado por el Deportivo Alavés, Alavés, «Glorioso» como inmemorial apodo, que se plantó en la final de la Copa UEFA en su primer paseo por Europa. ¡Y qué final! ¡Y contra qué adversario! El partido que el equipo babazorro y el Liverpool disputaron en el Westfalenstadion de Dortmund fue legendario, una orgía goleadora y un festival de emociones que unieron por un día a dos clubes que hoy viven en la sima y en la cima.
Aquel Liverpool-Alavés, con 65.000 enfervorizados hinchas abarrotando el estadio, ha sido la única final europea resuelta con un gol de oro, la muerte súbita vigente vigente entre 1996 y 2004 que determinaba determinaba el final del encuentro en cuanto un equipo marcase en la prórroga. Pero sería terriblemente injusto reducir la ocasión a ese momento momento de infortunio (minuto 117) en el que Delfí Geli peinó un centro sin aparente peligro de McCallister y dejó con el molde a Martín Herrera. Herrera. A tres minutos de la tanda de penaltis, se desmoronó la heroica resistencia de los chicos de Mané, que jugaban con dos menos debido debido a las expulsiones de Magno y Karmona.
Ese cruel desenlace sellaba el renacer en Europa del Liverpool tres lustros después del drama de Heysel y abría un siglo XXI de gloria gloria continental para los « Reds», que añadieron la Supercopa a la cosecha de esa temporada –ganaron –ganaron la FA Cup y la Copa de la Liga de la mano de Gerard Houllier– y han disputado desde entonces cinco cinco finales internacionales, sin contar contar Mundialitos ni la que cerrará en París la presente edición de la Champions. El Alavés, por su parte, parte, sólo regresó una vez más a la Copa UEFA. Dos temporadas después después y todavía con Mané a los mandos, superó una ronda contra el Ankaragücü turco y se inclinó en la eliminatoria siguiente ante sus compatriotas del Besiktas.
La epopeya 2000/01 también empezó frente a un adversario otomano, otomano, el Gaziantepspor, y las dificultades dificultades para eliminarlo presagiaban presagiaban una aventura corta: 0-0 en Mendizorroza y un emocionante 3-4 en Turquía, donde los alaveses fueron por debajo en el marcador en dos ocasiones. Tras dos emparejamientos emparejamientos resueltos ante los noruegos noruegos del Lillestrom y el Rosenborg, Rosenborg, llegó el gran reto frente al Inter de estrellas como Recoba, Vieri, Seedorf, Blanc o Zanetti, entre otros, que empató a tres en Vitoria y al que liquidó en San Siro (0-2) con goles de Tomic y Jordi Cruyff. Otro debutante en Europa, el Rayo de Juande Ramos, fue su siguiente víctima antes de una semifinal histórica histórica ante el Kaiserslautern, al que humilló con dos goleadas y un resultado resultado global de 9-2.
Los pronósticos de la final eran unívocos: victoria fácil del histórico histórico Liverpool contra el novato español. español. Al cuarto de hora, Babbel y Gerrard habían marcado dos goles que los confirmaban pero Mané no se resignó: meneó el árbol con un cambio tempranero, Iván Alonso Alonso por el defensa Eggen, y el ariete ariete uruguayo acortó distancias en su primer balón. Un penalti de McCallister McCallister puso al descanso un 3-1 que Javi Moreno enjugó con un doblete en tres minutos nada más reanudarse el encuentro. El 4-3 de Fowler parecía decantar el encuentro encuentro pero el Alavés tenía siete vidas y Jordi Cruyff mandó el partido partido a la prórroga en el primer minuto minuto de descuento.
Ninguna final continental había ofrecido tantos goles desde el mítico mítico 7-3 del Real Madrid al Eintracht Eintracht de Fráncfort en el Hampden Park de Glasgow. Y será complicado complicado que algo así se repita, aunque Barcelona y Sevilla replicaron el 5-4 (con triunfo culé en la prórroga) prórroga) en la Supercopa europea celebrada celebrada en Tiflis en 2015. Tampoco parece probable, en vista de cómo está hoy el Alavés, que los vitorianos vitorianos regresen a tan altas cotas.