Ni fú ni fa con un susto de última hora en la undécima del abono isidril
La corrida de Pedraza de Yeltes deslució el festejo previo a la primera tarde de Roca Rey en el serial madrileño
Lo más expuesto llegó sin duda al final, en unas bernadinas cambiando el viaje
LAS VENTAS (MADRID). 11ª de la feria de San Isidro. Se lidiaron toros de Pedraza de Yeltes, desiguales de presentación. presentación. El 1º, parado y deslucido; deslucido; 2º, bueno, con entrega y repetición; 3º, repetidor pero más derrotón; 4º, soso, deslucido y pegajoso; 5º, sin transmisión; 6º, bajo de raza y sosote. Más de media entrada. López Chaves, de azul pavo y oro, estocada caída (saludos); estocada baja (silencio). Javier Cortés, de catafalco y oro, estocada, aviso, dos descabellos (saludos); estocada (silencio).
Jesús E. Colombo, estocada caída, aviso (silencio); estocada, estocada, aviso, descabello (silencio). (silencio).
ElEl toque internacional de la undécima de San Isidro lo puso Jesús Enrique Co-lombo Co-lombo después de que el novillero Isaac Fonseca venido de México enamorara en la novillada del lunes. Colombo venía ya de vuelta conocedor de esta plaza y sus teclas. A pesar de ello, cuando estábamos a punto de acabar el festejo, dar la vuelta al reloj de la tarde, merodeó el drama. Tenía el sexto toro la es-pada es-pada dentro, en los terrenos de toriles. Un toro bajo de raza y so-sote, so-sote, pero que se guardó las balas para el final y cuando Colombo intentó el descabello le pegó un arreón que lo echó mano, a pesar de las condiciones atléticas del torero. Esas mismas que puso en juego con las banderillas. A veces tan potentes que se pasaba de toro. Se repuso del susto y el de Pedraza de Yeltes tras una huida hacia otro terreno se echó. Ponía fin a la faena a ese animal que acudió al engaño con escasa transmisión y según avanzaba racaneando el viaje. Tiró de oficio oficio Colombo en una labor que no trascendió cuando, en realidad, la tarde ya se había apagado.
Fue el salmantino López Chaves Chaves quien abrió plaza con un toro de pocas opciones. Colorao de capa el animal se vino abajo y la emoción duró un pis pas. Un imposible imposible hacer nada ante semejante semejante animal que iba y venía paradote paradote y deslucido.
Con el cuarto, un toro que se comportó de salida como si fuera fuera toro viejo (a pesar de no serlo) se esforzó Chaves con escaso material y resultado. El de Pedraza Pedraza era tan soso que aunque embestía embestía pegajoso, el esfuerzo, periférico, periférico, caía en saco roto.
Cuesta arriba fue el segundo con ese punto ensillado de salida al que Colombo le quitó por chicuelinas. chicuelinas. Tuvo muchas cosas buenas el toro, entre ellas la claridad claridad en el viaje, la prontitud y la humillación. Lo hizo todo por abajo el de Pedraza. Javier Cortés lo supo y enseguida se plantó en los medios. A la faena le faltó más cercanía para que crujiera Madrid Madrid con fuerza, pero en ningún momento voluntad.
Un calvario pasó la cuadrilla para pasear al quinto, que esperaba esperaba mucho y tapaba la salida. Además de estar disperso en su lidia. Cuando Cortés tomó la muleta muleta el ambiente estaba a la contra contra y aquello se convirtió en un desierto ante el poco fuste del toro.
José Palomares lo bordó en el tercio de varas y Colombo no despreció ninguna oportunidad con el capote. Era toro altón, que enseñaba las puntas y lo banderilleó banderilleó entre la espectacularidad del portento físico y al ajuste del tercer par. El toro se movió pero con menos entrega, salía con la cara alta del embroque. Colombo Colombo apostó por el oficio y quiso hacer todo en el centro del ruedo. ruedo. Lo más expuesto llegó sin duda en el final. En unas bernadinas bernadinas cambiando el viaje al toro en el último instante que pudieron pudieron salirle caras.Se salvó y la tarde tarde fue un compás de espera. De transito. Una de San Isidro.
EL CARTEL DE HOY
Se lidiarán toros de la ganadería ganadería de Victoriano del Río para José María Manzanares, Fernando Adrián y Andrés Roca Rey.