Camus, el filósofo que quiso ser Humphrey Bogart
El libro de Stephen Eric Bronner rescata al pensador desde el lado más humano y lo muestra como la persona que dio conciencia a su tiempo
Hace dos primaveras surgía la noticia noticia de que « La peste», la historia de unos doctores consagrados a tareas humanitarias en la ciudad argelina de Orán en un momento en que ésta es azotada por una plaga terrible, había duplicado sus ventas por ese argumento de una sociedad atrapada en una epidemia. epidemia. Y es que Albert Camus está siempre de actualidad, siempre recibe interés editorial. Una prueba prueba es la presente biografía (en traducción traducción de Antonio López) de Stephen Eric Bronner, profesor en la Universidad Rutgers de Nueva Jersey, además de director de un centro para el Estudio del Genocidio Genocidio y los Derechos Humanos y colaborador en misiones de diplomacia diplomacia civil en sitios conflictivos.
Esta trayectoria resulta interesante, interesante, pues Bronner es sensible a la obra de un Camus que, aparte de ser un literato, fue miembro de la resistencia antifascista, anticipó el colapso de las visiones totalitarias totalitarias y predijo cómo sería el nuevo reconocimiento de los derechos humanos. Explica cómo su popularidad popularidad ha demostrado ser resistente resistente y nos acerca a un hombre que llegó a ser célebre y al que, ataviado con una gabardina y acompañado de un sempiterno cigarrillo, le gustaba gustaba imitar a Humphrey Bogart. Bronner no duda en considerarlo el gran moralista de las letras francesas francesas del siglo XX, alguien cuyo trabajo combinó «idealismo y escepticismo, escepticismo, integridad y compasión, compasión, compromiso público y sentido sentido privado, creencia en la rebeldía y reconocimiento de los límites». Lo que le convierte en la conciencia conciencia de nuestro tiempo.