Madrid is different
EsEs un modelo que sólo sirve para Madrid. Un proyecto de raíz liberal-conservadora, liberal-conservadora, basado en la responsabilidad individual, con el simple auxilio del Gobierno autonómico, sin más arraigo que el lugar donde se pace, únicamen-te únicamen-te es posible en la región que es centro de España. En Madrid no cabe un regionalismo gentil con los nacionalismos periféricos. En esta región se aplaude el localis-mo localis-mo «foráneo» que cada uno lleve en su interior, y al tiempo se hace un discurso españolista de reivin-dicación reivin-dicación de Felipe II y de la resis-tencia resis-tencia de Gerona en la Guerra de la Independencia, y se consigue el aplauso general.
Por esto chirría en Madrid el Estado plurinacional. Quizá por-que por-que esta autonomía sea tan pluri-nacional pluri-nacional o pluripatriótica que las naciones y patrias no importan. Eso funciona en el electorado ma-drileño, ma-drileño, pero no sirve para el resto de España. Este país ha cambiado tanto en este sentido tras cuatro décadas de Estado autonómico que es obligatorio en los territo-rios territo-rios hablar de regionalismo o na-cionalidades na-cionalidades si se quiere tener un discurso nacional. Esto sería ridí-culo ridí-culo en Madrid. Ya ocurrió con Franco Pardo, el candidato del PSOE en 2017, cuando se le ocu-rrió ocu-rrió hablar de la nación madrile-ña. madrile-ña. Rectificó, pero arrastró la me-tedura me-tedura de pata hasta que lo retiraron. Hoy nadie sabe dónde está.
Lo mismo ocurre con algo aje-no aje-no en Madrid: la política socialde-mócrata. socialde-mócrata. El empeño en subir impuestos, hablar contra los ricos, usar el lenguaje inclusivo, tratar la economía con perspectiva de gé-nero, gé-nero, o priorizar el ecologismo para cumplir la Agenda 2030 no funciona en las urnas madrileñas. La mayor parte del electorado no entiende este lenguaje político, y hacerlo, como hizo Ángel Gabi-londo Gabi-londo en 2021, es un error. Madrid es diferente, y un equipo de estra-tegia estra-tegia está para ganar.
Esta singularidad de Madrid se debe a que tiene al mismo partido en el Gobierno desde hace décadas, décadas, que ha arraigado costumbres de libertad personal, de tomar a cualquier Gobierno como un engorro engorro que se entromete.
Esperanza Aguirre dio con la clave sociológica: la libertad de horario en los comercios ha hecho más por la hegemonía liberal en Madrid que cualquier política cultural cultural y educativa, casi más que elegir colegio y médico. Arraigar hábitos es fundamental para facilitar facilitar la recepción positiva de un discurso político. A partir de ahí, todo ingeniero social de la izquierda izquierda empeñado en regañar y corregir corregir a los madrileños va a fracasar.
Ayuso ha sabido reproducir el discurso que tan bien construyó el PP de Madrid desde la década de 1980. Es una marca que constituye constituye una excepción en España. No es exportable al resto del país. Este tipo de política se vería en otra autonomía como una intromisión, intromisión, como un proyecto de transformación transformación de costumbres generadas generadas por la izquierda o los nacionalistas. De ahí que, por ejemplo, el plan de Moreno Bonilla Bonilla sea más moderado y conciliador, conciliador, menos de batalla, con cierto recogimiento, sin más pretensión que dar un buen servicio a los andaluces. andaluces. El perfil liberal-conservador, liberal-conservador, de devolver autonomía al individuo, individuo, de palpar la libertad, sin más identidad que el placer de vivir donde te dejan en paz, sin un proyecto eco-feminista de distribución distribución de la riqueza gracias al Gobierno, es complicado que tenga tenga éxito en autonomías construidas construidas sobre identidades locales e intervencionistas. No es una solución solución nacional, pero sí es perfecto para el electorado madrileño. Es más; toda palabra que se diga en Madrid para defender lo español refuerza ese voto al PP de la región, pero no sirve mucho en el resto del país. Si Madrid es la «patria» que permite ser libre, que dirían nuestros nuestros liberales de hace 200 años, en las demás autonomías su región es la patria donde se pueden tener, o no, varios niveles de amor patriótico, patriótico, en plan piramidal. Son lugares donde la costumbre de tener encima al gobierno local está muy arraigada, y se aplaude. Por esto, Ayuso tendrá en Madrid un mandato muy largo.