El Granada se va al infierno
► Dependía de sí mismo, pero no pudo con el Espanyol (0-0). Jorge Molina falló un penalti. Cádiz y Mallorca se salvan
El fútbol muchas veces no atiende a la lógica y la última jornada de LaLiga fue una muestra de ello, para desgracia del Granada, que se va a Segunda junto con el Levante Levante y el Alavés, y para gloria del Cádiz y el Mallorca, que se salvan. Respira sobre todo el equipo «amarillo», que era quien no dependía dependía de sí mismo, pero un tanto de Choco Lozano al Alavés (0-1) le dio esperanzas y el Granada no supo resolver su partido. Lo tenía todo de cara el equipo de Karanka: en casa, contra un rival que no se jugaba nada... Pero la tensión le pudo y jugó un partido malo y la reacción final fue pequeña e insuficiente. insuficiente. El tanto de Lozano fue cuando quedaban quince minutos minutos para el final de los partidos y apenas tuvo ocasiones el Granada (0-0). Mientras, el Mallorca ya había había cumplido con un triunfo cómodo cómodo ante Osasuna (0-2).
El drama, por tanto, fue para Los Cármenes, para la ciudad de la Alhambra. Lloros en la grada, caras caras tapadas por camisetas en el banquillo y jugadores sin consuelo consuelo en el césped. Y más lágrimas ahí abajo, sobre todo las de Jorge Molina, Molina, un futbolista curtido en mil batallas que asumió la responsabilidad responsabilidad de lanzar el penalti que su equipo tuvo a favor. Pese al flojo encuentro del Granada, tuvo esa ocasión inmejorable. Y Molina lo mandó fuera. Los cambios a la desesperada no funcionaron. Bacca Bacca fue quien más lo intentó y uno de sus remates se llegó a estrellar de refilón contra el poste. No había solución. Es muy difícil que un equipo que ha tenido tres entrenadores entrenadores la misma temporada logre logre el objetivo, pero el Granada, tras Robert Moreno y Rubén Torrecilla, Torrecilla, parecía que podía lograrlo lograrlo con Karanka, que llegó, aportó un nuevo aire y mucha esperanza, para morir en la orilla.
Y lo que para unos es la pena más grande, para otros es alegría pura. Así es el deporte a veces. «Gol del Mallorca, gol del Mallorca», Mallorca», se empezó a comentar en el banquillo del Cádiz al comienzo del asegunda parte. Efectivamente, Efectivamente, Ángel había marcado a Os as una. Era poner un clavo más en la tumba tumba andaluza y eso hizo que el equipo equipo se activara en el césped y apretara apretara en su duelo contra el Alavés. Porque el Espanyol-Granada seguía seguía 0-0 y un gol del Cádiz le mandaba mandaba para arriba. Después de que lo rozaran Idrissi y Espino, lo terminó terminó logrando el Choco Lozano. Sí tuvo reacción el conjunto de Sergio después de verse contra las cuerdas. Porque hasta el descanso apenas había sucedido nada en ninguno de los tres campos. Al Cádiz era al que menos le interesaba, interesaba, pero por otro lado si seguía empatado y perdía el Mallorca se mantenía en la máxima categoría. Decidió no volverse loco hasta que no había más remedio y el tanto de Ángel fue el toque de diana en una jornada de mucha tensión fuera, con las radios funcionando sin parar para saber lo que sucedía en los otros campos, lo que daba un aroma a fútbol del de antes.
Conseguido el objetivo de marcar, marcar, al Cádiz le quedaba esperar que no lo hiciera el Granada. Y el milagro que parecía imposible se hizo realidad. Mientras, el Mallorca Mallorca lograba el segundo, obra de Grenier, y ya sí pudo tener un final tranquilo. Javier Aguirre lo volvió a conseguir.