Vivimos en un mundo zombie que solo quiere salir de cañas y al que luego se la meten doblada»
Y todas sus declaraciones son de adhesión a ese bando, porque busca que le perdonen su pasado republicano y le permitan volver a España. Y no solo que le permitan volver a España, sino que le permitan volver en las mismas condiciones que tuvo durante los años de la República, que era la máxima estrella de la cultura española. Y, efectivamente, Marañón se va a convertir en la máxima estrella de la cultura franquista. Marañón no es de ninguna tercera España. Él fue primero de la primera y luego de la segunda. Cuando dices que Marañón pertenecía a la tercera España, lo que le estás permitiendo es que la izquierda diga que la segunda España eran todos fascistas. Es decir, desde la derecha se ha contribuido a la creación de los estereotipos que favorecen a la izquierda.
El exilio va más allá de las ideologías.
La realidad es que el 90 por ciento de los jóvenes españoles que participaron en la Guerra Civil no eran de izquierdas o derechas, eran de Zamora o de Valencia. Si el movi
Eso es la definitiva conversión en esclavos. En realidad, las sociedades contemporáneas hoy son sociedades esclavizadas, sometidas a una serie de ideas de obligatoria adhesión. Están formateadas mentalmente. Es el destino de nuestra sociedad, salvo que haya una rebelión, pero para que haya una rebelión tienes que recuperar tu humanidad, la curiosidad, el juicio crítico. Tienes que darte cuenta de que esos señores que tú piensas que velan por ti son señores que están destruyéndote, que te están mintiendo, que están generando relatos ideológicos que no tienen nada que ver con la realidad. Tienes que recuperar el sentido común, recuperar la razón y la capacidad para entender lo que está pasando.
Yestá todo más dirigido al entretenimiento que a la voluntad.
Pero esa es la sociedad que los políticos quieren moldear. Una sociedad fácil de manipular. Es una sociedad zombie que lo que quiere son halagos y salir a tomar cañas todos los días... y a la que luego se la metes doblada. Nuestros gobernantes quieren una sociedad dócil.