"El ITER busca energía limpia de fuentes inagotables"
Javier Varas, director de operaciones de Ciencia y Energía de GTD, empresa que participa en el proyecto ITER
Uno de los proyectos científicos más ambiciosos de la historia tiene una importante conexión con Barcelona. El proyecto se llama ITER, y busca revolucionar el mundo de la energía. Se trata de un experimento a gran escala que intenta demostrar que es posible producir energía de forma comercial mediante fusión nuclear. Las gigantescas proporciones de sus instalaciones (ocupa una superficie equivalente a 60 campos de fútbol) se están construyendo en Cadarache, Francia, y costarán 14.000 millones de euros. Una inversión multinacional en la que participan la Unión Europea, Japón, Rusia y Estados Unidos. La empresa barcelonesa de ingeniería de precisión GTD se encargará de sus sistemas de instrumentación y control. Javier Varas, director de operaciones de Ciencia y Energía en la empresa, nos explica el proyecto y el papel de su equipo de ingenieros.
El objetivo del ITER ha sido descrito como "reconstruir el sol". Parece algo exagerado...
Pero es una buena metáfora para entenderlo. Con el paralelismo razonable, la reacción que produce una estrella es la que se intenta conseguir de una forma controlada en el ITER para producir energía. Pero la implementación es totalmente diferente, es un demostrador del futuro reactor de fusión.
¿Cuáles son realmente las metas del ITER?
El ITER lo que busca es generar una energía limpia a partir de fuentes razonablemente inagotables. Se intenta mostrar y validar que se puede hacer de una escala mayor y de una forma sostenida. El objetivo es comenzar a tener plasma en torno al 2020. ITER luego irá evolucionando unos años más para estudiar la fusión. Más adelante vendrá otro reactor, DEMO, que sería ya el prototipo de que eso se pueda aplicar en una planta industrial. Una vez que DEMO esté validado y comprobado, podríamos decir que sería de los primeros reactores de fusión nuclear que comenzarían a implantarse.
¿Cuál es exactamente la participación de tu departamento de GTD en el proyecto?
Desde hace ya 4 años estamos trabajando en diferentes elementos del ITER, desde asuntos que tienen que ver con el tiempo real o la seguridad de los equipos, hasta el diagnóstico del campo magnético. También estamos llevando a cabo temas realmente muy interesantes en robótica. Es una participación muy transversal.
¿Cómo has llegado a trabajar en un proyecto tan grande e importante como este?
Soy ingeniero de telecomunicaciones especializado en sistemas de control. Empecé en GTD como ingeniero de proyecto pero en seguida comencé con lo que serían los departamentos de control avanzado. Desde 1995 estoy trabajando de una forma continua con instalaciones científicas.
¿A qué otros proyectos se dedica tu departamento de Ciencia y Energía?
Damos servicios de instrumentación y control de ingeniería para instalaciones científicas, como el Organismo Europeo de Investigación Nuclear, el CERN. También trabajamos para la Agencia Espacial Europea y en el Sincrotrón de Catalunya. Tenemos una larga trayectoria de grandes instalaciones, y el ITER es la pieza que faltaba.
¿Y en el sector de la energía, digamos más convencional y no tan revolucionaria?
Para Gas Natural Fenosa, por ejemplo, estamos haciendo la gestión de flotas de vehículos propulsados con gas natural licuado. La gestión de la energía es muy transversal e impone desafíos de control y de seguimiento. Por la capacidad de nuestra gente, altamente preparada para trabajar con sistemas muy complejos, podemos hacer frente a nuevos retos y nuevas soluciones en cualquier ámbito.
Y todo desde vuestras oficinas en Barcelona con vistas a la playa...
Hacemos ingeniería del más alto nivel desde el mediterráneo. Los conocimientos técnicos los puedes adquirir en muchos sitios. Pero luego a eso hay que darle una personalidad.
¿Ingeniería mediterránea?
Sí, nuestra manera de trabajar es indisociable de la cultura mediterránea, que impregna nuestra forma de trabajar. GTD se ha especializado en aplicaciones complejas que nos obligan a estar en permanente guardia. Tiene que ser necesariamente diferente porque debe adaptarse. El elemento diferencial ya no solo es hacer las cosas, es hacerlas de una forma distinta. Tengo un equipo del que estoy muy orgulloso, en el que cada uno cumple perfectamente con sus obligaciones. Hemos conseguido reunir un equipo de gente entusiasmada, joven y con ganas de hacer cosas.