El olvidado ataque al oleoducto siberiano

No todo es dinero y empresas. El colapso de infraestructuras es también un importante objetivo de los hackers. El primer ciberataque a infraestructuras críticas llegó mucho antes que internet. Tuvo lugar en 1982 y los atacantes consiguieron instalar un troyano en el sistema que controlaba un oleoducto siberiano y provocó una enorme explosión. El ataque fue orquestado por la CIA, pero no se supo de su existencia hasta el 2004, cuando un asesor de Ronald Reagan, lo publicó en su biografía. En 1992, el protagonista fue un empleado despedido de Chevron, que hackeó los ordenadores de la compañía en Nueva York y desactivó las alertas de seguridad en los vertidos. Ya en la década de los noventa estos ataques empezaron a proliferar. A aeropuertos (Worcester, 1997), a petroleras (Gazprom, 1999), compañías de distribución de agua (Marrochy Water System, 2000). Pero también la red de semáforos de Los Ángeles, en el 2006 (atascos) o el sistema de tranvías de Lodz (Polonia), en el 2008, que provocó varios descarrilamientos. El primer ataque de la historia a la infraestructura de Internet tuvo lugar en el 2007 (Estonia) y afectó a ministerios, bancos y servicios públicos.