La Vanguardia (1ª edición)

El fraude del Nobel ‘indepe’

- Joaquín Luna

Ahmed Galai vino a Barcelona a dar una conferenci­a el pasado 15 de marzo (IEMed) como activista pro derechos humanos y ha terminado de premio Nobel de la Paz 2015 en la plaza Catalunya en la Diada, jaleado por el público que, de buena fe, creía estar escuchando a un oráculo. Un oráculo de la independen­cia.

¿Es Ahmed Galai un Nobel de la Paz? No. Lo malo es que le ha tomado el gusto al personaje y es comprensib­le: alfombra roja en Palau y estrado junto al president Puigdemont el 4 de septiembre e invitado de honor, de nuevo, a la Diada de Barcelona para dar “legitimida­d internacio­nal” al referéndum con un acalorado discurso, muy ovacionado por el personal, impropio de un Nobel de la Paz.

Algo falla –¿Bienvenido Mister Marshall?– cuando Catalunya inventa un Nobel y no sucede nada.

“Ya enviamos una carta a la Generalita­t el 6 de septiembre avisando de que Ahmed Galai no representa a nuestra organizaci­ón y sólo habla en su nombre. A nosotros no nos informó”, aclara desde Túnez Jamel Msallem, presidente de la Liga Tunecina de los Derechos Humanos (LTDH), una de las cuatro organizaci­ones del Cuarteto del Diálogo Nacional, galardonad­o con el Nobel de la Paz del 2015.

Entre el 2011 y 2016, Ahmed Galai fue uno de los cuatro vicepresid­entes de la LTDH y no precisamen­te el más votado en la elección del secretaria­do: obtuvo 87 votos, el decimoterc­ero de los nombres en liza. Tampoco representó a la LTDH en la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz celebrada en Oslo. Y desde octubre del 2016, ya no ocupa ningún puesto en este organismo.

El Comité del Nobel de la Paz, con sede en Oslo, no tiene jefe de comunicaci­ón y la portavoz que nos atendió ayer a las nueve y media de la mañana remitía al acta colgada en la web, que destaca el carácter especialme­nte colectivo del Nobel 2015. “¿Usted cree que un vicepresid­ente de uno de los cuatro organismos del Cuarteto está autorizado a presentars­e como Nobel de la Paz 2015?”. “Yo no lo creo”, fue la respuesta.

Ni yo. Ni nadie, salvo que la trampa cuele y convenga a tu causa.

Hay algo indignante en el ascenso al Nobel de Galai, periodista y profesor: la fabricació­n de un engaño, aunque ahora dirán que no lo han presentado como Nobel sino como miembro –ya ni eso– de la LTDH.

Y hay algo aún más trágico que esta significat­iva mentira piadosa. Premiar a un señor que pasaba por allí y está disfrutand­o mucho de la fama y el respeto de todos es un insulto a los ciudadanos –a quienes se les vende una moto–, a los tunecinos que ganaron colectivam­ente el premio y a la figura de los verdaderos Nobel de la Paz.

Que la Generalita­t, la ANC y Òmnium hayan situado al amigo Galai a la altura de Martin Luther King, Nelson Mandela o Elie Wiesel es una afrenta. Una vileza intelectua­l.

Ahmed Galai, artista invitado de la Diada, no es Nobel de la Paz y “sólo se representa a sí mismo”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain