Los cardenales fijan el cónclave para el martes 12
Pacto entre los purpurados con prisa y los que quieren más diálogo
Termina una espera y comienza otra. Ayer se despejó finalmente la incógnita sobre el día en que se iniciará el cónclave –el próximo martes, 12 de marzo–, pero es imposible predecir cuánto tardarán los 115 cardenales electores en escoger al nuevo papa.
La decisión llegó durante la octava congregación general desde que la sede de Pedro quedó vacante, por la renuncia de Benedicto XVI, el pasado 28 de febrero. Puede interpretarse como un compromiso entre quienes pe-
La fecha de inicio del cónclave es un compromiso entre quienes tienen prisa y los que piden tiempo
dían más tiempo y quienes presionaban para acelerar los plazos.
Por la mañana del día 12 se celebrará la misa Pro eligendo papa, en la basílica de San Pedro. Por la tarde, los 115 cardenales electores entrarán en cónclave, en la Capilla Sixtina. Entonces se producirá la primera votación. Si, como es previsible, no se alcanza la mayoría de dos tercios, volverán a reunirse al día siguiente. En cada jornada están previstas dos votaciones por la mañana y dos votaciones por la tarde. Si en tres días no se produce la fumata blanca, los cardenales se tomarán una jornada de descanso para reflexionar y hablar entre ellos.
Hoy sábado, por la mañana, volverá a haber una congregación general, pues quedan muchos cardenales que desean intervenir. El domingo los purpurados celebrarán la misa en las iglesias romanas que tienen asignadas. No se sabe si volverá a haber una congregación general el lunes. En cualquier caso, será un día de meditación y de diálogo, tal vez para despejar dudas y afinar las preferencias de cada cual.
Hoy y mañana la Capilla Sixtina será accesible a los medios de comunicación. Estas visitas permitirán ver cómo se ha acondicionado para el cónclave. La principal modificación ha sido construir un pavimento elevado sobre el original, para evitar unos escalones. También se han instalado mesas y sillas, así como dos estufas, una para quemar las papeletas de votación y otra para colorear el humo. La fumata blanca vendrá acompañada con el repicar de las campanas, para que no haya dudas. Antes del cónclave se revisará a conciencia la Capilla Sixtina para garantizar que nadie haya colocado algún sofisticado artilugio electrónico para grabar lo que ocurra dentro. El celo por el secreto es obsesivo.
Ayer los cardenales aceptaron formalmente las razones de dos purpurados para no participar en el cónclave. Se trata del indonesio Riyadi Darmaatmadja, por motivos de salud, y del escocés Keith O’Brien, quien admitió haber llevado, durante decenios, una conducta sexual inapropiada para un clérigo católico.
En la sesión matinal intervinieron 18 cardenales, superando ya el centenar –procedentes de todos los continentes– los que han tomado la palabra desde que se iniciaron las congregaciones ge- nerales. El portavoz desveló que se había hablado de diálogo interreligioso, de bioética, de la justicia del mundo y “de la importancia de un anuncio positivo de la fe cristiana, basado en el amor y la misericordia”. También se abordó el asunto de la colegialidad en el gobierno de la Iglesia del papel de la mujer.
La elección papal interesa a los fieles, pero también provoca protestas. Ayer hubo una acción de un grupo prodefensa de los animales contra la sastrería Gammarelli –cerca del Panteón, en el centro de Roma–, que elabora las vestimentas pontificias. Los activistas protestaron por el hecho de que el hábito papal incluya una capa de armiño y que los zapatos sean de piel de canguro.