Una finca de uso exclusivo de la jefatura del Estado
El Gobierno ni sabe ni debe saber si la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga del Rey, ocupó la finca La Angorrilla, en el complejo del Pardo. Por lo tanto, esa información no estará incluida en los datos que suministre próximamente el director del CNI, el general Félix Sanz Roldán, cuya presencia en el Congreso se ha solicitado para conocer las supuestas gestiones que ha podido hacer la aristócrata alemana en defensa de los intereses españoles.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, fue quien explicó por qué el Ejecutivo no puede dar información al respecto. De hecho, confesó que se lo había estudiado y anotado. Explicó que los bienes adscritos al patrimonio del Estado están afectados al uso y servicio de la jefatura del Estado, pero hay dos categorías: los que son de uso exclusivo de la jefatura del Estado, y los que pueden utilizarse para acceso al público u otras utilidades, incluso ser alquilados. El consejo de administración de Patrimonio Nacional, que es el encargado de la conservación, mantenimiento, mejora, conservación, seguridad y administración, tiene bajo su responsabilidad y está obligado a rendir cuentas sobre lo que se hace con los bienes a los que se puede dar uso público, pero la finca La Angorrilla no está adscrita como tal, sino que pertenece al tipo de bienes de uso exclusivo de la jefatura del Estado. Así, el Gobierno central no tiene por qué conocer quién o quiénes han utilizado esas instalaciones, ya que si lo han hecho ha sido por invitación del Rey, dentro de su libertad de uso. / C. del Riego