El fiscal dice que Rodríguez Sol se fue “voluntariamente”
Gallardón afirma que la Fiscalía no debe opinar en política
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, dijo ayer que el fiscal superior de Catalunya, Martín Rodríguez Sol, renunció a su cargo el pasado miércoles “libre y voluntariamente”. Torres-Dulce explicó que Rodríguez Sol se planteó una reflexión personal sobre el episodio de sus declaraciones sobre la conveniencia de estudiar alternativas para la celebración de una consulta en Catalunya y prefirió no continuar al frente de la Fiscalía catalana por propia voluntad.
Torres-Dulce hizo estas manifestaciones en Huelva, donde participó ayer en un seminario sobre el sistema penal español. Preguntado sobre la crisis abierta en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, el fiscal general dijo que resultaba muy de agradecer que Rodríguez Sol hubiera sabido valorar las circuns-
Torres-Dulce elogia ahora la “trayectoria profesional extraordinaria” de Rodríguez Sol
tancias que rodearon y siguieron a sus declaraciones sobre el proceso político que se registra en Catalunya, y extrajera conclusiones adecuadas. Añadió que Rodríguez Sol es “un magnífico fiscal con una trayectoria personal y profesional extraordinaria”.
Durante años, Torres-Dulce y Rodríguez compartieron tareas de gestión en la conservadora Asociación de Fiscales (AF), a la que ambos pertenecen. El fiscal general siempre tuvo un buen concepto del hasta ahora fiscal superior catalán, y por eso le propuso para el puesto en julio últi- mo, pero las discrepancias importantes aparecieron durante la pasada campaña electoral catalana, en que Rodríguez Sol abrió unas diligencias por los informes policiales fantasma contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y su antecesor Jordi Pujol.
Los elogios de ayer al fiscal de Catalunya reflejan esos antecedentes, anteriores a los desencuentros desde que asumió el cargo en Catalunya. La valoración que desde la Fiscalía General se hacía de esa labor no era, en cambio, en absoluto positiva, y de ahí que antes de que Rodríguez Sol tomara la decisión de dimitir, en una reunión con el propio fiscal general, en la sede de esta institución, y con el jefe de la Inspección, Alfonso Aya, ya se hubiera anunciado la apertura de un expediente para destituirle. Rodríguez Sol, en suma, habría tenido que dejar el cargo, voluntariamente o por decisión del Gobierno, a propuesta del fiscal general.
El Ejecutivo, a su vez, reiteró de nuevo ayer su apoyo a la decisión de Torres-Dulce sobre el fiscal catalán. La razón dada por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, es la de “pérdida de confianza”. En eso justificó de nuevo la vicepresidenta el cese de Rodríguez Sol, informa Carmen del Riego. Pérdida de confianza de quien es su superior jerárquico, Torres-Dulce. Santamaría incluso quiso mostrar sorpresa por el revuelo provocado por la dimisión en Catalunya, y comparó la situación con el relevo del representante de la Generalitat Bruselas y que atribuyó a “la pérdida la confianza”. Añadió que la Fiscalía “es un organismo de dependencia jerárquica”, compete al fiscal general su organización “de acuerdo al principio de confianza y al cumplimiento de las funciones”.
Gallardón, a su vez, dijo que “los jueces y los fiscales saben, porque lo dice la ley y el sentido común, que no deben participar en un debate político, que le corresponde participar a la sociedad”. Añadió que los miembros de las carreras judicial y fiscal saben que en su labor tienen limitaciones a la hora de intervenir en el debate sobre cuestiones políticas, y que si se regula así esta cuestión es en bien de la “garantía de su propia función”.