La Diagonal, auscultada
‘La Vanguardia’ chequea la preciada avenida en pleno debate sobre su reforma
Una buena dosis de paciencia y una mañana soleada son suficientes para constatar y poner sobre la mesa algunos de los males que azotan una Diagonal que deman- da evitar el declive con el que amenaza la crisis y ante el que el Ayuntamiento plantea de momento un inconcreto plan. Por primera vez en años, la zona montaña, la más soleada, la más valorada y preciada por los inversores, ha visto colgar en sus puertas más carteles de “se alquila” que su vecina del lado mar. Un total de trece carteles visibles en la zona montaña frente a los once del lado mar. Eso sin contar los que están en venta sin cartel, que elevan la cifra hasta superar los 50, según constatan algunos de los inversores que recientemente han abierto comercio en la Diago- nal y a los que se les han ofrecido dichos locales. La diferencia ahora es que muchos de los espacios que han quedado libres en los últimos meses son de la zona entre Tuset y Balmes, una de las más valoradas, con lo que se han
disparado todas las alarmas en torno al futuro de la Diagonal. Una de las pocas alegrías que ha tenido estos días la Diagonal ha sido el anuncio de Rafael Dalmau, responsable también de los Cinemes Maldà, de poner en marcha el cine Boliche tras años de inactividad. Un equipamiento del que se ha hecho cargo hace apenas un mes y que estará operativo en unos dos meses con pelí- culas en versión original subtituladas en catalán. Un proyecto con el que Dalmau quiere “hacer barrio” y contribuir a revalorizar esta arteria donde los locales comerciales son los que más están sufriendo los efectos de la crisis económica. Precisamente la reapertura de este cine supone una noticia doblemente valorada, ya que se produce en un tramo de Diagonal (Balmes-Tuset) afectado por los últimos cierres, los de las firmas bien reconocidas como Hábitat o Conti. “Tenemos que hacer la adecuación técnica del local; nada de grandes obras... Nuevos proyectores, cables... Nuestra intención es abrir cuanto antes”, explicaba ayer Dalmau, quien, por experiencia con las maltrechas Galerías Maldà, consideraba muy importante la remodelación de la Diagonal como dinamizador comercial de la vía. “Si está en nuestra mano poder hacer alguna cosa para que así sea, lo haremos”, decía ayer Dalmau. Este proyecto cultural con el que contará la Diagonal tiene también su vertiente vecinal: “Queremos hacer cine por la mañana abierto a las escuelas, a los centros de jubilados... Y por la tarde, las sesiones comerciales”.
En los últimos años, según el informe del 2012 de la consultora Aguirre Newman, la Diagonal ha acumulado descensos de rentas de hasta un 50%, y se sitúan actualmente en 45 euros el metro cuadrado. Fuentes del sector afirman que los precios no seguirán bajando, pero la distancia entre esta avenida y otras zonas comerciales de Barcelona aumenta. Es el caso de paseo de Gràcia o Portal del Àngel, donde las rentas registran un pequeño repunte.
Las fincas nobles de esta avenida albergan en su interior oficinas y viviendas. Es habitual la combinación de los dos usos y con tendencia a predominar los primeros. También en este sentido la Diagonal ha visto crecer el número de locales disponibles, a tenor de la cantidad de carteles que cuelgan de sus fachadas: 32 carteles de oficinas en alquiler en la zona mar frente a los 21 de la zona montaña. El precio del metro cuadrado de una vivienda en la Diagonal durante el segundo semestre del año pasado es de 2.976 euros, según el informe de Tecnocasa. Los pisos en esta artería acumularon una bajada interanual del 7%. Ahora se pueden encontrar pisos que oscilan entre los 510.000 euros –de 130 m2– y el millón de euros –de 264 m2–. Respecto al alquiler, las rentas mensuales rondan los 1.500 euros de media. Eso sí, muchos pisos están sin reformar.
La Diagonal sigue siendo, con diferencia, la calle de la ciudad con más tráfico a pesar de que cualquier automovilista, peatón o ciclista que pase por ella sabe que el sistema de sintonización semafórica no favorece el tráfico longitudinal, sacrificado en aras de una mayor fluidez de las vías perpendiculares y transversales. Ayer, sin ir más lejos, había casi alrededor de 2.500 motos aparcadas en el tramo entre Francesc Macià y paseo de Gràcia, siendo los laterales de la zona mar los más concurridos, por contar también con el mayor contingente de oficinas y locales de concurrencia pública. “El elevado tráfico rodado que registra la Diagonal fue uno de los motivos que nos impulsaron a abrir nuevos establecimientos. Después hemos visto que es el cliente de los alrededores el que aporta el negocio”, re-
conoce Enrique Tomas, comerciante que ha desembarcado con dos locales de degustación de jamones en la Diagonal en el último medio año.
Los últimos cálculos oficiales disponibles (2011) estiman que circulan por el tramo norte del Eixample en esta avenida una media de 92.985 cada día, según los datos de 2011, los últimos disponibles. En el 2007 esta cifra superaba los 98.782. La circulación ha disminuido un 1,7% en estos cuatro años, una valor inferior a la disminución registrada en el conjunto de las vías de la ciudad, que supera el 2,3%. De todos modos, el último cómputo disponible, correspondiente a un único punto, Diagonal-Aribau, arroja para el 2012 50.440 vehículos diarios con una disminución de un 4,2% respecto al año anterior, cifra sensiblemente mayor a la reducción media registrada en el conjunto de la ciudad, estimada en un 1,9%.
Pero no sólo coches y motos han reducido su tránsito. También han disminuido las bicicletas, incluso más que el tráfico rodado, de acuerdo con los últimos datos disponibles (2011), año en que se estima que la circulación de ciclistas cayó un 5,8%.