El PSC sólo acepta que su exalcalde releve a Albiol
El PSC rechaza la pretensión de CiU de que un eventual candidato en una censura a Albiol no sea el cabeza de lista
Las negociaciones a tres bandas para definir un gobierno alternativo para Badalona y derrocar al alcalde Xavier García Albiol no serán un mero trámite. El próximo martes se celebrará la primera reunión entre los representantes del PSC, CiU e ICV-EUiA. A pesar de que todos están de acuerdo en que hay que poner fin a la etapa del PP en el poder, aunque en los últimos meses los tres grupos acordaron una pinza que paralizó el gobierno de Albiol, su primer encuentro no será la celebración de una victoria. A los socialistas no les hace gracia la idea de CiU de que ninguno de los cabezas de lista de las últimas elecciones sea el nuevo alcalde. De manera informal, para que a los nacionalistas no les pille desprevenidos, ya dicen que por muy fundamentales que sean los convergentes para sacar adelante este asunto no suman más que cuatro concejales y el PSC, nueve. Nadie va a venir a decirles quién será su candidato, que eso lo decidirán sus filas, que el alcalde debe ser el exalcalde Jordi Serra.
Y los de CiU ya adelantan que no quieren que sus condiciones para aprobar la moción de censura sean simbólicas, que lo de plantear un alcalde de perfil técnico que lidere un gobierno de transición en un momento excepcional va en serio, que para repetir el pacto del anterior mandato y los errores que llevaron a Albiol a la alcaldía en el 2011 mejor no hacer nada. Que nadie dé nada por hecho, que la moción de censura no está aprobada.
Y los de ICV-EUiA, liderados por Carles Sagués, dicen que lo importante es instaurar un nuevo modo de hacer política, algo de veras participativo y cercano a la gente. Este es el auténtico objetivo de sus tres concejales. Y para lograrlo están dispuestos incluso a no entrar en el gobierno y sólo apoyarlo.
La buena sintonía no es la nota predominante. Este asunto se desarrollará en clave local. El peso político del Barcelonès Nord siempre fue escaso, sobre todo si se compara con el del otro lado de la balanza metropolitana, el Baix Llobregat. Y este lado del Besòs siempre vivió al margen de las ejecutivas nacionales. Quizás demasiado. Aunque Badalona sea la tercera ciudad de Catalunya en número de habitantes, su política se asemeja más a la de un pequeño pueblo que a la de las altas esferas.
Cuando hace menos de dos años CiU se negó a renovar el pacto de gobierno con el PSC no sólo se produjo un relevo en el poder. Una élite sustituyó a otra. Lo notaron numerosos hogares. Y aquel escozor y resentimiento no se mitiga tan rápidamente.
Albiol acusa ya a sus adversarios de moverse por intereses personales, de estar tan acabados que ni sus propios partidos los respaldan, de estar tan desesperados que sólo se les ocurre proyectarse pasando por encima de la voluntad del pueblo…
Y las filas de la oposición preparan la definitiva demonización del alcalde, buscan en los archivos cualquier papel que sirva para acusarlo de corrupción, preparan nuevos argumentos para demostrar su ineficacia como gestor. ¿Sabía alguien que durante el gobierno de Xavier García Albiol el número de rumanos en Badalona no sólo no ha descendido, sino que ha aumentado? Según el Institut d’Estadística de Catalunya, en el 2011 eran 1.216 y en el 2012, 1.508.