La Vanguardia (1ª edición)

El éxito está en el interior

- Joan Golobart

Atodos nos ocurre que un día u otro tenemos que dar lo máximo de nosotros mismos cuando además no estamos en nuestro mejor momento. Las dudas respecto a nuestra capacidad se juntan con la trascenden­cia del momento. Es entonces cuando uno debe buscar en el fondo de su esencia todas sus aptitudes, debe tratar de vencer la falta de autoestima y recurrir a todos aquellos mecanismos que hagan que la actuación fluya al máximo, sin tener que pensar. Cuanto más piensas, cuanto más valoras los riesgos de fracaso, más te acercas a él. Cuanto más merodees el victimismo más cerca estarás de convertirt­e en víctima. Debes esperar el día D y la hora H para actuar, simplement­e eso.

A la mejor generación de futbolista­s del Barcelona le ha llegado su día D y su hora H. Será el próximo martes en los octavos de final de la Champions, frente al Milan y con una desventaja de dos goles en contra. Una tarea ardua, frente a un equipo que filosófica­mente está encantado de defender un resultado a favor. Un rival que, además, ha demostrado saber defenderse con matrícula de honor frente a los azulgrana. Por lo tanto, el panorama no es que sea demasiado halagüeño.

Para la remontada, el Barcelona cuenta con dos elementos tremenda- mente potentes: la calidad excelsa de todos sus jugadores y su estilo y el factor campo. Para que el primer elemento funcione, lo primero que deben hacer los jugadores es olvidarse de las críticas que hayan podido recibir la última semana y media por los malos resultados obtenidos. No sólo no sirven para nada, sino que escuchándo­las orientas tu mente a la desafecció­n emocional. Es evidente que surge la necesidad de reivindica­r los derechos que crees más que merecidos. Pero tu esencia no está en el exterior, y lo que debe hacer uno es mirar hacia adentro para ver de qué manera sacar lo mejor de ti.

Los jugadores del Barcelona saben de sobras que si se mueven con la distancia entre líneas correcta, si consiguen poner muchos hombres detrás del balón cuando el rival lo posee de manera escalonada, si juegan en campo contrario buena parte del encuentro para ejercer una presión letal, si tienen paciencia para combinar a la espera de un espacio y una llegada de segunda línea, si los extremos o laterales son capaces de proyectars­e al espacio mediante desmarques, si no ceden córners ni faltas laterales y se saben utilizar las faltas tácticas... la remontada es más que posible. Y si además todo esto lo recuerdan entendiend­o que ahí está la solución y no la dificultad, la remontada es más que posible. Para qué estar pensando sobre quién se ha bajado del barco, si se me exige demasiado o cualquiera de las cosas que aparecen estos días.

Para que el otro elemento tenga efecto, el del campo propio. también deben cumplirse ciertas circunstan­cias. Algunos de los peores partidos de la era Guardiola fueron los enfrentami­entos con el Espanyol. Un estado de ánimo más tenso de lo normal conducía a los azulgrana a cierta vulgarizac­ión de su juego. Era curioso, al menos a mí me llamó poderosame­nte la atención. Sobre todo cuando estos enfrentami­entos sucedían gozando los culés de un estado de forma brutal. Llegaba el Espanyol y les amargaba.

El Barça tiene la calidad de sus jugadores y el factor campo, no necesita más

Los azulgrana deben jugar el partido con la máxima intensidad, pero con la cabeza fría. Receta difícil de llevar a cabo, pero fundamenta­l. Una actitud emocional alterada les hará alejarse de su esencia, y les debilitará. La afición debe ser el elemento que recargue la batería, no la que haga saltar los plomos. Y debe ser tan efectiva con su equipo como paralizado­ra para el Milan. El Barcelona tendrá que ser como los buenos cócteles, mezclado, sin que le falte ningún ingredient­e, pero jamás agitado.

 ?? ALBERT OLIVÉ / EFE ?? Cesc Fàbregas
ALBERT OLIVÉ / EFE Cesc Fàbregas
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain