Tal como éramos
Barcelona
Parece que Carme Chacón le ha dicho a un periodista de Madrid que está dispuesta a abanderar la recuperación de los pactos González-Reventós que propiciaron la unidad socialista en Catalunya en un partido distinto del PSOE, lo que suponía de facto el reconocimiento por parte del socialismo español de la singularidad política de Catalunya.
Esos pactos se establecieron en el 1977, es decir cuando Chacón no había cumplido siete años y por lo que dice y por lo que hace la exministra de efensa parece más interesa- da en borrarlos de la historia que en reivindicarlos.
Para ser coherente con los pactos Reventós-González, Chacón no sólo no debía haber dejado de votar junto con sus colegas catalanes a favor del derecho a decidir, sino que debería liderar la constitución del grupo parlamentario propio del PSC. A menudo se pone como excusa que el reglamento del Congreso no lo permite, pero eso se arregla rápido. Se pasan los 14 diputados del PSC al grupo mixto y algo tendría que inventarse el presidente de la Cámara, Jesús Posada, para resolver el galimatías. Pero no caerá esa breva, porque nada es lo que era.
Los acuerdos entre Reventós y González vieron la luz en el denominado Pacte d’Abril, de 1977, basados en la “coincidencia de principios” entre la Federación Catalana del PSOE, el Partit Socialista de Catalunya (Congrés) y otros colectivos. Entre los seis principios fundamentales de la unidad socialista, el quinto rezaba así: “El reconocimiento del derecho de