El Rey dice que ya no le duele nada al salir de la clínica La Milagrosa
Don Juan Carlos seguirá con los ejercicios de recuperación en la Zarzuela
Las personas que han acompañado al Rey en esta semana de ingreso hospitalario ratifican que el alivio del dolor de espalda y la mejora en la movilidad han ido paralelas al cambio de ánimo de don Juan Carlos, quien, según su entorno, es una persona que se crece ante las dificultades. La situación física por la que ha atravesado en los últimos meses no ha sido buena, pero peor aún ha sido que por esa razón viera mermadas su capacidad de movimiento y, sobre todo, de acción. En la Zarzuela confían ahora en que la operación de hernia discal sea la última; incluso bromean diciendo que hay muchas posibilidades de que así sea porque de hecho a don Juan Carlos ya le han operado de casi todo.
Ahora quedan unos meses de recuperación en los que será difícil que don Juan Carlos pueda afrontar viajes y desplazamien-
El Monarca tiene previsto trabajar en su despacho aunque suspende su agenda de actos oficiales
tos, aunque no estará de baja. Según ha pedido a sus colaboradores, el Rey tiene la intención de seguir con las tareas de despacho, sobre todo las que van dirigidas a tender puentes entre las fuerzas políticas a fin de dar un giro a la actual situación que afecta a partidos y agentes sociales.
En las próximas semanas, don Juan Carlos, siguiendo las pautas de los médicos y los fisioterapeutas, seguirá su rehabilitación en la Zarzuela y evitará los esfuerzos físicos. Utilizará, si así lo precisa, ayudas mecánicas, como silla de ruedas y muletas para prevenir recaídas, pero celebrará sus habituales despachos con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los contactos que suele mantener con actores de la vida política, social y económica.
Ayer, antes de salir de la clínica, el Rey quiso hacerse una foto con todo el personal de la planta de neurocirugía. Después, ayudado por su médico Manuel de la Torre, alcanzó el ascensor y, luego, el coche en el que fue trasladado a la Zarzuela. Al pasar por delante de los medios de comunicación dio las gracias e informó sobre su estado de salud y también de ánimo: “Gracias a Dios, estoy muy bien; no me duele la espalda ni nada”. La semana en el hospital ha tenido efectos taumatúrgicos en todos los sentidos.