El alcalde de Ponferrada se resiste a dimitir pese a Rubalcaba
El líder del PSOE insiste en que sus órdenes serán finalmente acatadas
Santiago de Compostela
El alcalde socialista de Ponferrada no dimite por ahora, pese a que da entender que podría sucumbir ante la presión creciente del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien afirmó ayer en Valencia: “Le he pedido que renuncie y renunciará”. La única dimisión que se hizo efectiva ayer en Ponterrada fue la del exalcalde Ismael Álvarez, condenado en el 2002 por acosar a su compañera Nevenka Fernández.
La única renuncia que se hizo efectiva ayer fue la del concejal condenado por acoso sexual
El expopular y ahora independiente Ismael Álvarez renunció a su acta de concejal ayer al mediodía, en cumplimiento del acuerdo que había alcanzado con los socialistas para desplazar al alcalde del PP Carlos López Riesgo con la moción de censura votada el viernes. Fue una operación avalada por el secretario de organización del PSOE, Óscar López, que fue desautorizada horas después por Rubalcaba, tras el gran escán- dalo generado debido a que el partido que hizo bandera de la igualdad entre sexos se aliase con un acosador condenado por la justicia y lo hiciese precisamente en el día internacional de la Mujer. Entre las críticas femeninas socialistas destacó la de la diputada Carme Chacón.
La marcha atrás ordenada por Rubalcaba obliga a que Samuel Folgueral dimita del cargo al que acaba de acceder. Así se abriría el procedimiento para la elección de un nuevo alcalde y el PSOE ya podría contar con el apoyo de IAP, el partido de Ismael Álvarez, sin el voto del acosador, pues no es concejal. El problema lo tendría Folgueral, que para volver a ser investido en esta rocambolesca operación precisaría que todos sus compañeros socialistas renunciasen a ocupar la alcaldía.
Rubalcaba presentó ayer su intervención en el conflicto de Ponferrada como “un ejemplo de que cuando uno se equivoca en política, lo que tiene que hacer es rectificar. Nos hemos equivocado, rectificamos y punto”. El líder del PSOE sostuvo que “hay que darle tiempo al tiempo” para que el alcalde dimita, como Rubalcaba está seguro que hará.
En el eje del huracán se halla Samuel Folgueral, un arquitecto de Ponferrada que el pasado viernes fue manteado por sus seguidores frente al ayuntamiento, en medio de la euforia por haber recuperado el poder en una ciudad minera que fue en el pasado un feudo socialista, pero que desde 1995 estaba gobernada por los populares. Folgueral estuvo ayer en Valladolid, para reunirse con la dirección del partido, pero evitó aclarar ante la prensa cuál va a ser su decisión.
A la salida de su encuentro con el líder del PSOE en Castilla y León, Julio Villarrubia, Folgueral hizo unas breves y enigmáticas declaraciones ante las cámaras. “El secretario general autonómico ya ha dicho lo que tenía que decir y ya está. Yo no voy a decir nada. Lo ha dicho él”, dijo a la gallega este ponferradino que estudió Arquitectura en A Coruña.
Lo que había dicho antes Villarrubia es que el alcalde no le había aclarado sus intenciones, pero que buscaba una “solución airosa” cumpliendo las órdenes llegadas desde Madrid. Villarrubia también afirmó que la orden de Rubalcaba tiene que ser acatada y que el alcalde de Ponferrada debe renunciar al cargo. “No se puede adquirir la alcaldía de ninguna localidad con el voto de una persona como la que nos ha votado”, dijo Villarrubia, quien dio a entender que si Folgueral no dimite, se le expulsará del partido.