Presos sin jabón
Las cárceles han dejado de suministrar el pack de higiene del interno. Escucho con tristeza la narración del profesor de una cárcel que detectó un estado de ánimo muy deprimido en uno de sus alumnos. Un interno. Su alumno le ha confesado, no sin vergüenza, que no les suministran ya jabón y tienen que comprarlo ellos mismos. Aquellos que, como él, no tienen nada no pueden lavarse y sólo disponen de agua. Su incomodidad y vergüenza lo tienen desazonado.
Cuando el país está rescatando a los bancos, accediendo a pagar retiros millonarios a políticos corruptos y se siguen gastando cantidades ingentes en cargos que pocos entendemos, deberíamos preguntarnos por qué estamos haciendo las cosas tan mal.
La voluntad primera de nuestro Código Penal respecto de privar de libertad ambulatoria a un ser humano es que entienda la magnitud del error cometido a la par que luchar por su reinserción social. ¿Creemos que dejando de suministrar artículos de primerísima necesidad lo vamos a conseguir? ¿Es recortando el presupuesto del jabón, las compresas o los preservativos como vamos a ayudar a la reinserción social de nuestros presos? Nos estamos olvidando del significado de la dignidad humana.
F. BURRIEL MANZANARES
Barcelona
et convertiràs en el millor en la teva passió. I tu? T’has dedicat al que t’apassiona?
CAROLINA HERNÁNDEZ
Barcelona