Electrodos contra las obsesiones
Aplicar electricidad en el cerebro mejora la terapia del trastorno obsesivo-compulsivo
UBarcelona
n campo eléctrico creado artificialmente en una zona determinada del cerebro interrumpe pensamientos obsesivos. Y esa interferencia supone una ruptura con años de angustia y sufri- miento, de un estrés inacabable.
Con pura electricidad. Como en miles de pacientes de parkinson, que llevan dos electrodos insertados en una zona determinada de su cerebro y un cableado que recorre parte de su cuerpo bajo la piel, hasta una cajita colocada a la izquierda del ombligo donde están el ordenador y la pila. Pero en lugar de parkinson tienen trastorno obsesivo-com- pulsivo (TOC). Ese aparato que emite continuos impulsos para crear un campo eléctrico en una zona muy concreta de su cerebro permite a los afectados vivir sin esas ideas que volvían una y otra vez sobre muerte, infecciones, contaminaciones, simetría, agresiones horribles contra los propios hijos… “Tan fuertes, tan continuos, tan sin descanso que es imposible leer, sonreír, darse un baño, salir a la calle sola”, describe una joven paciente, 32 años, y uno ya con los electrodos insertados. “Y ya no tengo esos pensamientos. Desde el primer día. Por favor, háblame en pasado de mi enfermedad”.
Esta técnica terapéutica sólo está indicada para quienes sufren un TOC grave e inmune a los tratamientos que hay para ellos. No son muchos los candidatos, se calcula que entre el 15% y el 20% de quienes tienen TOC. Pero sufren enormemente y tienen una vida muy menguada.
El equipo de psiquiatría y de neurocirugía de Bellvitge ya ha aplicado este sistema a trece pacientes (en todo el mundo lo llevan unos 200 enfermos). Es de los más expertos de Europa en TOC y centro de referencia en España para este trastorno, y desde hace varios años aplican esta técnica terapéutica con electrodos insertados en el cerebro en pacientes con TOC grave y resistente. “Los resultados son muy buenos en el 70% de los pacientes”,