La raya, país España-portugal
El canal Historia estrena una serie documental sobre la frontera
LBarcelona
a línea que separa España de Portugal es llamada por quienes habitan en sus márgenes como “la raya”. Esa frontera política, que ha visto siglos de convivencia y también guerras, con un legado histórico y cultural compartido, es para muchos un país propio dentro de la península Ibérica. De norte a sur, los actores Pedro Pernas, portugués, y Miguel Ángel Tobías, español, recorrieron juntos durante 21 días esa línea imaginaria plagada de paisajes, historias, costumbres y gastronomía para rodar La raya, una serie documental que el canal Historia estrena esta tarde (16.05 h) en las plataformas de televisión de pago.
La serie ha servido, según sus protagonistas, para descubrir lo cerca que están españoles y portugueses, a menudo separados por recelos y desconocimiento mutuo. “Desde el punto de vista humano –observa Tobías–, no hay diferencias. Vas cambiando de un lado al otro de la frontera y no sabes dónde estás”. Pernas relata que este recorrido de norte a sur es “un viaje encantador”, con sitios que tienen “una energía muy fuerte”.
La raya encuentra personajes peculiares a ambos lados de la frontera y, durante seis capítulos, explora las relaciones, las coincidencias y las rivalidades.
Carolina Godayol, directora de Historia, señala que esta producción propia busca un mayor acercamiento entre vecinos: “Aunque muchas veces somos grandes desconocidos, tenemos la necesidad de conocernos y entendernos”. “El objetivo de esta producción es tender un puente de unión entre España y Portugal”, añade.
El rodaje de La raya está lleno de anécdotas. Pernas y Tobías no se conocían hasta el mismo día en que iniciaron el rodaje de este documental de viajes de carretera. En tres semanas, con continuos pases a ambos lados de la frontera, recorrieron 3.000 kilómetros, hasta el punto de que en algunos momentos de su periplo llegaban a dudar sobre el territorio que pisaban.
La raya se sumerge en las historias que le dan personalidad: el contrabando y el control policial de la frontera, hoy difuminada por la Unión Europea, o las disputas que se mantienen, como la de la extremeña Olivenza, que Portugal reclama como parte de su territorio, y la factura de daños por el asalto a la embajada española tras la revolución de los claveles, sobre la que el Gobierno de Lisboa hace la vista gorda. Todas forman parte de esa peculiar relación de cercanía entre españoles y portugueses.