Tom Hanks, reporte
El actor debuta en Broadway con ‘Lucky guy’, obra póstuma de No
Nueva York Corresponsal
Hay neoyorquinos a los que les entra un ataque de nostalgia. “Ha sido un viaje sentimental”, confiesa una espectadora al caer el telón en Lucky guy (Un tipo afortunado), el testamento teatral de Nora Ephron, en el que significa el debut en Broadway de su amigo Tom Hanks.
Hanks encarna a un reportero de verdad, Mike McAlary, que falleció en 1998, a los 41 años, de un cáncer de colon, a los pocos meses de recibir el premio Pulitzer.
El montaje, aún en previas y en cartel hasta junio en el Broadhurst, se ancla en la realidad gracias a una pantalla en la que van
La pieza reflexiona sobre el periodismo de otra época y se ve como un homenaje a Nueva York
apareciendo imágenes de la ciudad, así como artículos de McAlary –los titulares se leen bien desde el gallinero– recuperados de la hemeroteca.
“Sólo es cierto que se nace y se muere, todo lo que sucede por el medio es interpretable”, le dice un editor a Hanks-McAlary. El reportero replica: “No, disfruto explicando a la gente lo que ha pasado y lo que explico son hechos”.
Pero junto al periodismo, ese periodismo canalla sobre lo que ocurre en la vida y no en el mundo virtual de internet, el periodismo de libreta y bolígrafo, sin iPad o iPhone, el de “ve, mira y cuéntalo”, sin la autopromoción narci- sista de Twitter, junto a esto, la obra también se ve como un homenaje a la Gran Manzana, lugar que cautivó a Nora Ephron.
“Nueva York, la ciudad tabloide”, proclama uno de los personajes al inicio de la obra, donde se describe el periodo entre 1985 y 1998. El calendario se refleja en la descripción de las redacciones, de aquellas salas con la nube de humo de los cigarros y olor a alcohol, a otras posteriores, pasteurizadas y esterilizadas.
De aquella ciudad a esta otra. Times Square estaba lejos de ser el parque temático turístico en que ha mutado. En lugar de caramelos o juguetes se vendían papelinas de polvo blanco.
La prensa sensacionalista y sus portadas elocuentes copaban el