Pocas cosas claras
Joan Golobart
Partido de prueba para el próximo martes. Era la ansiedad de los seguidores la que hacía que el Dépor fuera una especie de sparring en la búsqueda de una recuperación de la autoestima. Pero las pobres prestaciones de los gallegos dejaron el envite de ayer como una manera de llegar al martes con algo de fútbol, porque al final no sirvió para aclarar nada. Los primeros minutos del Dépor parecieron que sí podían ser una prueba, ya que se dispusieron con la línea defensiva adelantada. Pero el transcurrir del encuentro les obligó a replegarse, y con ello se perdió la capacidad de evaluar al Barcelona con vistas al martes. Aun así podemos repasar tres conceptos que ayer demostraron ser fundamentales en el partido del Milan.
Era una prueba para el martes, pero al final no sirvió para despejar las incógnitas
Uno contra uno. Los equipos bien organizados defensivamente tienen dos objetivos prioritarios. Por un lado, que la posibilidad de que alguien pueda lanzar un pase que supere dos líneas sea prácticamente imposible. De esta manera se ralentiza el juego y se permite el repliegue constante de los jugadores. Y por otro lado, impedir que jugadores con gran calidad puedan hacer algún uno contra uno. La presencia siempre cercana de uno o dos compañeros más del defensa, si la distancia entre líneas es correcta, es habitual, y con ello el uno contra uno es imposible.
Por eso es vital que –a pesar de que no se genera el hábitat ideal para los uno contra uno– los jugadores de banda se arriesguen en ese concepto. Sin complejos, aunque el rival les robe el balón. A fin de cuentas, aunque sólo dos veces salgas ganador, es más que suficiente para que el gol llegue. Ayer quedó claro cuando Alexis y Tello arriesgaron. No importa que pierdas la pelota porque esa pérdida no debería ser causante de un contragolpe rival, ya que está muy lejos.
Robo en campo contrario.
Cuando el Barcelona estuvo más cómodo ante el Dépor fue cuando logró robar el balón en tres cuartos del campo, ya que lo hizo después de un desgaste de la línea defensiva y con los jugadores proyectándose a posiciones más ofensivas. Ese es el Barça más peligroso, mucho más que el que combina. Por-
Este jugador me tiene robado el corazón. Muchos dirán que perdió muchos balones ante el Madrid en el último partido. Y es cierto: aquel día fue un jugador técnicamente pobre, pero mentalmente fue un valiente. Cometió el error de asumir esa responsabilidad en zonas del campo equivocadas, pero tuvo un papel admirable a su edad. Sólo asumiendo ciertos riesgos se puede desmontar una defensa eficiente como será la del Milan. Y por eso es importante llegar a la banda para los uno contra uno y que después haya presión, porque así los jugadores que tienen que dar el gran pase saben que si se falla quedan muchos metros para que el rival pueda llegar al área propia y con bastantes jugadores para intervenir defensivamente.