La Vanguardia (1ª edición)

Influyendo

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Luis Conde organizó en su masía en Girona un almuerzo invitando más de 150 empresario­s, banqueros, políticos, profesiona­les y personas con capacidad de influir en diferentes entornos. Esto me ha hecho reflexiona­r mucho. Es cierto que hay eventos en los que te puedes encontrar con muchas de las personas que tienen impacto en nuestra sociedad. Pero no es lo mismo que invitarlos a comer en tu casa. Días después de la comida de Luis Conde tuvo lugar el acto “Anem Per Feina” de Foment. Muchos de los invitados de Luis Conde fuimos también al acto de Foment, pero éste se había politizado horribleme­nte, sin una razón potente, y hubo quienes quisieron hacer público que no irían a ese acto.

En casa de Luis Conde la gente hablaba tranquilam­ente. En nuestro país casi nadie expresa su opinión clara y abiertamen­te. Pero si hay una buena comida, un buen vino, un ambiente familiar, y una sensación de ser amigos de amigos y por lo tanto amigos, se avanza más rápido. Si el almuerzo dura unas cuantas horas queda bastante claro donde estás. Por ejemplo, sobre el tema de la independen­cia, lo que está claro es que nadie quiere salir de la UE. A nadie le apetecería necesitar un visado para ir a Madrid o a París, ni pagar unos nuevos aranceles para llevar productos a España o a la UE. Si se explica claramente que la continuida­d en la UE está garantizad­a o que primero se garantizar­á esto, puede que el tema cambie de valoración.

Pero hay mil cosas más. Seguro que de aquella comida han salido puestos de trabajo porque había gente con ideas y proyectos y otros con actitud de apuntarse a ellos. Siempre explico a mis alumnos que para emprender es bueno estar en networks (personas agrupadas con algún objetivo). Pero el ambiente del networking es crucial y si es cosa entre amigos, entonces es muy especial. Puedes acercarte al president, o al Alcalde, o a un conseller o al presidente de una empresa importante al lado de un amigo que les conoce y hacer tu comentario sobre lo que se está hablando.

Yo veo mi aportación social como palanca con el exterior y cientos de empresario­s extranjero­s han cenado en mi masía. De estas cenas hasta se han publicado cosas en algún libro en China (cosas buenas). Recuerdo las veces que fui invitado a cenar a casa de profesores de Harvard cuando era alumno allí. En clase me machacaban pero en su casa eran extraordin­ariamente amables y me acuerdo más de la amabilidad que del machaque. Necesitamo­s más de esto aunque no den subvencion­es para hacerlo. Hay que tener ganas, apoyo de tu familia, voluntad de empujar a tu país. Necesitamo­s verter cariño en nuestra sociedad. Está subiendo la presión. En algún artículo de hace más de dos años avancé esta posible subida de presión en Catalunya. A partir de cierta presión nadie controla la olla. Explota. Veamos el lado bueno de las cosas (o imaginémos­lo un lado bueno y tratemos de ponerlo). Pero sobre todo veamos cómo podemos aportar, influir, apoyar en positivo. Como hizo Luis Conde con generosida­d. By the way, no pretendo cambiar de trabajo y los head hunters me tienen frito tratando de quitarme gente de mi escuela en China.

Por ejemplo, sobre el tema de la independen­cia, lo que está claro es que nadie quiere salir de la UE

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