El senegalés español
EL HADJI AMADOU NDOYE (1947-2013) Escritor y profesor
Cuba y la sala caribeña le atraparon en español. El profesor, intelectual y escritor senegalés El Hadj Ndoye admitía que fueron los ritmos latinos, los mismos que desde el siglo XV partieron en barcos llenos de esclavos desde África hacia América y allí evolucionaron, los que le despertaron el interés por la lengua española.
Convirtió esa curiosidad musical en una pasión por un idioma al que dedicó su vida: experto en literatura canaria, impartió durante más de treinta años clases de traducción, historia, gramática y literatura española e hispanoamericana en la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar (UCAD). Falleció hace una semana a los 66 años y fue enterrado a 30 kilómetros de la capital senegalesa, en Bargny, su pequeña población natal.
Participante como ponente en foros académicos de varias universidades del mundo, Ndoye, quien consiguió becas para doctorarse en Francia, era una voz de peso en los sectores académicos con acento español o latino. Sus palabras se escuchaban y leían con atención. En castellano publicó Estudios sobre la narrativa canaria y A un tiro de piedra, una recopilación de los artículos que había publicado en el periódico de Gran Canaria La Tribuna y que vio la luz en el año 2006.
Ndoye pisó por primera vez suelo hispano en 1975, tierra que había imaginado mil veces a través de libros. En sus largas conversaciones, para apuntalar sus argumentos, solía citar a sus escritores favoritos. En su biblioteca, tenían espacio reservado Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Julio Cortázar, Octavio Paz o Federico García Lorca.
Ndoye apoyó y participó de la creación del Aula Cervantes en Dakar porque su amor por la len-
Experto en literatura canaria, impartió clases universitarias en Dakar durante más de 30 años
gua española no era unidireccional; buscaba construir puentes.
En un ensayo sobre la enseñanza de español en Senegal en el que pedía ayuda para divulgar más y mejor la lengua de Cervantes en su país, dejó claro que su objetivo era crear lazos entre culturas. De sur a norte, y de norte a sur: “Aquí leemos a Lorca y a Pablo Neruda. Deseamos que el mundo hispánico se entere de que existimos y queremos llevar a cabo intercambios con él”.