El parque científico de la UDG, casi al completo
Las instalaciones del Parc Científic i Tecnològic de la Universitat de Girona llegan casi a la plena ocupación tras cinco años de su puesta en marcha
El sueño de Pau Soler, de 33 años, era aprender a elaborar cerveza casera. Y lo consiguió tras poner su deseo en una página web que ayuda a las personas a hacer realidad sus anhelos. Detrás de esta iniciativa hay la curiosa empresa Piggydreams, instalada desde principio de año en el Parc Científic i Tecnològic de la Universitat de Girona (UdG). Ha sido una de las últimas firmas en establecerse en estas instalaciones junto con otra compañía de más envergadura como la multinacional Hewlett-Packard.
Actualmente se ubican en el parque 100 empresas catalogadas como altamente innovadoras, 35 grupos de investigación y 20 instituciones. Los más de 40.000 metros cuadrados construidos bullen con una intensa actividad. Ni la crisis parece haber hecho mella en este espacio, que cinco años después de su inauguración acaba de colgar el cartel de completo.
“Está al límite. Sólo quedan algunos módulos para compañías pequeñas y ya no cabe ninguna otra firma grande. A pesar de las circunstancias económicas adversas, hemos llenado los diferentes edificios. Estamos muy satisfechos”, subraya el director del parque, Pere Condom, quien concreta que la ocupación supera el 90%.
La evolución del número de compañías ha ido en constante aumento desde que a finales del 2007 se inauguró el primero de los seis equipamientos, el Jaume Casademont, con 16 empresas. “La plena ocupación habría llegado incluso antes, si no hubiera sido por la crisis actual, que por el momento no nos permite tampoco hacer ninguna ampliación”, advierte Condom.
Atraer, estimular y generar un ecosistema de innovación, ciencia, conocimiento y tecnología como motor de la economía es el principal objetivo del parque, que alberga unos 1.300 trabajadores. También pretende dar oportunidad al talento formado en la UdG, generar sinergias entre las empresas ubicadas en el mismo parque así como entre dichas compañías y la universidad.
Todo esto fue lo que buscaron los responsables de la firma de biotecnología AB-Biotics, una de las primeras en instalar aquí su sede. “Ha sido un acierto. Estar rodeados de empresas que tienen ganas de innovar favorece el desarrollo”, indica su consejero delegado, Miquel Àngel Bonachera. El centro Bloom, especializado en innovación 3D y tecnologías emergentes y dotado con una infraestructura para desarrollar imágenes estereoscópicas, se estableció hace menos de un año. El director del espacio, Richard Hebert, explica que “el hecho de que el parque esté vivo, con firmas que entran, salen o se cambian de edificio, ayuda a que estés en contacto con nuevos proyectos y profesionales”. Desde el Centre d’Investigació en Robòtica Submarina de la UdG, su responsable, Pere Ridao, también destaca la facilidad con que empresas y grupos de investigación como el suyo pueden interactuar.
Cuando las compañías crecen, sin
El espacio empezó con 16 firmas y actualmente tiene 100 empresas altamente innovadoras
embargo, el parque les queda pequeño y no tienen otra opción que abandonarlo. Lo ratifica el también consejero delegado de AB-Biotics, Sergi Audivert. “Nuestra producción aumenta día a día así que en un tiempo tendremos que irnos para continuar en otras instalaciones más grandes”, subraya. Por su parte, el director del parque asegura que la marcha de las firmas que prosperan no es un contratiempo: “Nuestra tarea es hacer de lanzadera: atraer y ayudar a crecer. El drama sería que se fueran de la provincia de Girona”.