Los bajitos resuelven
Marcelinho Huertas, en el Barça, y Corey Fisher, en el Joventut, guían a la victoria
Los pequeños también deciden. Fueron los jugadores bajitos los que guiaron ayer a la victoria al Barcelona Regal y al Fiatc Joventut: Marcelinho Huertas estuvo sensacional en el triunfo azulgrana en Tenerife, con 22 puntos (8 en el último cuarto) y una valoración de 28 –el mejor jugador de la jornada–, mientras que Corey Fisher, con 18 puntos, fue determinante en la ajustada victoria verdinegra en Murcia.
Tras llegar al descanso uno abajo (44-43) y mostrar síntomas de debilidad, el Barça, renqueante, tomó la iniciativa. Aunque los canarios volvían a ajustar el marcador (62-65) nada más comenzar la última manga. Fue en esos diez minutos finales cuando Marcelinho Huertas tomó las riendas, sobre todo en el tramo final, y no le tembló el pulso para evitar otro desenlace catastrófico como no hace mucho. El brasileño anotó dos triples, dos tiros libres y dio una asistencia a Lorbek para romper el partido. Huertas lideró al equipo, en ausencia de Na- varro –no juega en la Liga desde el 27 de enero–, y acabó con unos números brillantes, de los mejores en sus días azulgrana: 22 puntos (con 4/5 en tiros de dos, 4/5 en triples y 2/2 en tiros libres, 2 rebotes y 5 asistencias).
En Murcia, el Fiatc Joventut logró un triunfo que le mantiene en la lucha por las plazas para disputar el título y que hace olvidar la notable ausencia por rebeldía de Tony Gaffney –quien, según Jordi Villacampa, ya no volverá a jugar más en la Penya–. Los de Badalona dominaron casi siempre, bien coliderados por Corey Fisher (18 puntos), Albert Oliver (10) y un renacido Jordi Trias (8 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias).
El Joventut encarriló su 12.ª victoria con el 0-12 de salida, que le permitió llevar la iniciativa, pese a la resistencia local, que mantuvo el marcador ajustado (19-20 en el primer cuarto) y llegó a dominar (42-35, máxima renta, en el segundo cuarto). La reacción verdinegra llegó en el tercer pe-
El Manresa comenzó bien (19-14), pero pagó caro un pésimo segundo cuarto al encajar un 0-18
riodo con Pere Tomàs tomando el mando, y remató el triunfo en la última manga con el tándem Oliver-Fisher. El catalán, marcando el ritmo, y el estadounidense, con su calidad. La Penya sufrió en la recta final, ya que el UCAM llegó a empatar a 79 a falta de 44 segundos. En el último ataque, Savané recibió una falta, anotó el primer tiro y falló el segundo. Suerte tuvo el Joventut de que Lewis errase el último tiro.
En el Nou Congost, el Manresa pagó caro un deplorable segundo cuarto (encajó un 0-18 en 8m) que tiró por tierra el buen inicio de partido (19-14). La reacción del segundo periodo (31-24, para ajustar el marcador hasta el 54-59) fue insuficiente, y los del Bages son ahora más colistas, a dos victorias del Lagun Aro.