Ingeniería a todo gas
Rücker Lypsa, especializada en el sector del automóvil, crece un 16,5% en dos años
Se venden pocos coches, pero se están desarrollando más modelos que nunca. Es un buen momento para las ingenierías especializadas en automoción, según explica Jaime Lozoya, codirector de Rücker Lypsa, una compañía que en los últimos dos años ha aumentado un 21% su plantilla y un 16.5% su cifra de negocio. “Cuando las empresas automovilísticas lo vendían todo se aplazaba la renovación de modelos. Ahora todo lo contrario”, dice Lozoya.
La compañía está controlada en la actualidad por el grupo alemán Rücker, que en el 2001 adquirió la ingeniería catalana Lypsa, fundada por José María Reina y Jaime Lozoya. Durante unos años las dos empresas convivieron de forma independiente, pero al final se integraron. Hoy la dirección la comparten Reina, Lozoya y la ejecutiva alemana Barbara Kersten.
Rücker Lypsa trabaja para las marcas automovilísticas y participa en casi todas las fases del desarrollo de un nuevo producto, desde el boceto con simulación informática hasta la construcción de un prototipo o los cálculos relacionado con la seguridad. Como es lógico, sus principales clientes son Seat y Nissan, que son las que tienen centros de ingeniería en España. Barbara Kersten recuerda que la empresa también está pre-
La cifra de negocio alcanzó los 24,7 millones en el 2012, con una plantilla de 338 personas
parada para el diseño de interiores de trenes, aviones y barcos. “Pero aquí no se construyen aviones y últimamente muy poco tren y muy poco barco, por lo que la automoción representa un 80% de la facturación”.
La cifra de negocio alcanzó en el 2012 los 24,7 millones, con una plantilla de 338 personas. Con oficinas en Cornellà y un taller en Martorell, la empresa invirtió el año pasado un millón de euros en software y en la renovación de las instalaciones y este año prevé invertir otros 800.00 euros,
Para asegurar la confidencialidad y seguridad en las comunicaciones que requieren sus clientes, la empresa ha decidido conectarse a la Anella Industrial, una red privada que gestiona Orange y que interconecta a empresas que forman parte de la cadena de valor de un sector, en este caso la automoción. “Nosotros no podemos funcionar con videoconferencia o Skype, necesitamos más fiabilidad y más rapidez”, dice Jaime Lozoya, que añade que “el proyecto de un simple parachoques no se aguanta con un ordenador casero”, y añade que el grupo Volkswagen acepta que las comunicaciones pasen por la Anella pese a disponer de su propia red.
La Anella Industrial de la automoción comenzó con ocho empresas y ya cuenta con más de 35 asociadas, tanto grandes compañías como pymes relacionadas con el sector.