Nueva pobreza
LA Cruz Roja sondea periódicamente los abismos de la exclusión social. Voluntarios de esta institución entrevistan a ciudadanos que se han visto abocados a la pobreza y sobreviven como pueden en ella. No se trata únicamente de pobres crónicos ni de marginados ni de quienes eligieron el vagabundeo como una opción vital. Se trata también de personas a las que la crisis ha apartado de su trayectoria y ha arrojado al límite de la indigencia, o a la indigencia misma. Son personas que tuvieron una posición social y económica, a las que el infortunio ha convertido en parias; que en ocasiones siguen estando al frente de una familia, pero que dependen de la ayuda de terceros para alimentarla; que han alcanzado una edad en la que no pueden valerse por si mismos; que siguen intentando abrirse camino y a veces conservan el ánimo para decir que otros están peor.
Con los datos recabados, la Cruz Roja proporciona material a la Universitat Autònoma de Barcelona para que elabore sus informes sobre la vulnerabilidad social, y señale ante la opinión pública los rasgos de la nueva pobreza, al objeto de hallar vías para atajarla. La Vanguardia ha asistido a algunas de estas entrevistas. Su síntesis, transformada en informe, se conocerá dentro de unas semanas. Pero puede afirmarse ya que esta labor indagatoria de la Cruz Roja es indispensable para conocer ciertos extremos de la realidad; que sin ella viviríamos en un mundo no sólo más necesitado, sino también más ignorante e injusto.