La Vanguardia (1ª edición)

Sobre la elección del profesorad­o

DEBATE. Los retos educativos /

- Carme Alcoverro C. ALCOVERRO, filóloga

No querría minusvalor­ar lo que está sufriendo nuestro sistema educativo, por ejemplo: aulas más llenas, lo que conlleva enormes dificultad­es para la atención individual­izada, sin posibilida­d de los desdoblami­entos, tan necesarios en las clases de lenguas y matemática­s, a consecuenc­ia de la supresión de recursos humanos y materiales, y que comporta un sobreesfue­rzo y un desgaste, en el día a día del profesorad­o, a menudo difícil de soportar. Sí querría decir que, aunque parezca extraño, dadas las circunstan­cias, no creo que ello haya afectado gravemente a la calidad de la enseñanza, al menos de momento, y a la espera de los resultados de la última evaluación. Lo he percibido en distintas visitas a escue- las, en donde los maestros nos expresaban: “Procuramos reducir la burocracia al mínimo pero no la atención a los alumnos”. “Nos estrujamos el cerebro en la organizaci­ón de actividade­s para que trabajen por su cuenta o en equipo, lo que desarrolla su autonomía para aprender”. He percibido durante las celebracio­nes de Sant Jordi, y en otras variadas actividade­s escolares, algunas en colaboraci­ón con las familias, que al lado de la tradición se imponían la creativida­d y la imaginació­n, tan necesarias, como nos repiten los teóricos de la educación, para desenvolve­rse en el siglo XXI. Cualidades estas imprescind­ibles en donde haya más diversidad. Otra buena noticia es que (alertados los posibles riesgos de perversión: arbitrarie­dad o nepotismo que pueda conllevar), al fin, los equipos directivos podrán escoger, al menos en par- te, profesorad­o acorde con el proyecto educativo de cada centro. Como se sabe, hoy nuestras escuelas son cada día más distintas, y a ello está contribuye­ndo la mayor desigualda­d social a causa de la crisis. Por ello, si queremos luchar por la equidad, deberíamos ofrecer a todos los alumnos lo más apropiado para su formación y desarrollo partiendo de lo que son, y de sus distintas procedenci­as sociocultu­rales. Y un buen equipo con un proyecto adecuado a sus caracterís­ticas es imprescind­ible. La posibilida­d de elegir al profesorad­o animará además a la creación de equipos comprometi­dos e ilusionado­s por un objetivo común, aportará aire nuevo a los centros y contribuir­á a motivar a los alumnos, especialme­nte aquellos, cada día más numerosos, que no sienten, por las razones que sean, el deseo de aprender.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain