Sobre la elección del profesorado
DEBATE. Los retos educativos /
No querría minusvalorar lo que está sufriendo nuestro sistema educativo, por ejemplo: aulas más llenas, lo que conlleva enormes dificultades para la atención individualizada, sin posibilidad de los desdoblamientos, tan necesarios en las clases de lenguas y matemáticas, a consecuencia de la supresión de recursos humanos y materiales, y que comporta un sobreesfuerzo y un desgaste, en el día a día del profesorado, a menudo difícil de soportar. Sí querría decir que, aunque parezca extraño, dadas las circunstancias, no creo que ello haya afectado gravemente a la calidad de la enseñanza, al menos de momento, y a la espera de los resultados de la última evaluación. Lo he percibido en distintas visitas a escue- las, en donde los maestros nos expresaban: “Procuramos reducir la burocracia al mínimo pero no la atención a los alumnos”. “Nos estrujamos el cerebro en la organización de actividades para que trabajen por su cuenta o en equipo, lo que desarrolla su autonomía para aprender”. He percibido durante las celebraciones de Sant Jordi, y en otras variadas actividades escolares, algunas en colaboración con las familias, que al lado de la tradición se imponían la creatividad y la imaginación, tan necesarias, como nos repiten los teóricos de la educación, para desenvolverse en el siglo XXI. Cualidades estas imprescindibles en donde haya más diversidad. Otra buena noticia es que (alertados los posibles riesgos de perversión: arbitrariedad o nepotismo que pueda conllevar), al fin, los equipos directivos podrán escoger, al menos en par- te, profesorado acorde con el proyecto educativo de cada centro. Como se sabe, hoy nuestras escuelas son cada día más distintas, y a ello está contribuyendo la mayor desigualdad social a causa de la crisis. Por ello, si queremos luchar por la equidad, deberíamos ofrecer a todos los alumnos lo más apropiado para su formación y desarrollo partiendo de lo que son, y de sus distintas procedencias socioculturales. Y un buen equipo con un proyecto adecuado a sus características es imprescindible. La posibilidad de elegir al profesorado animará además a la creación de equipos comprometidos e ilusionados por un objetivo común, aportará aire nuevo a los centros y contribuirá a motivar a los alumnos, especialmente aquellos, cada día más numerosos, que no sienten, por las razones que sean, el deseo de aprender.