No son ‘marujas’
Muchos se reintegran hoy al trabajo tras un largo fin de semana. En algunas partes de España fiestas intersemanales han permitido un acueducto descomunal que pone los pelos de punta por impropio de épocas de galopante crisis. ¡Cómo se entere Merkel nos da otra vuelta de tuerca!
Los días previos al puente fueron ruidosos por las protestas. Hoy lo es casi cualquier jornada, pero se sumaba el entorno del 15 de mayo. Manifestaciones en las calles del movimiento que lleva tal fecha como apelativo, justificación de sus acciones, ocupación de algún edificio y formulación de planteamientos de acoso global. El lema de la manifestación principal de Madrid era “escrache al sistema”. Girar las cosas del revés como un calcetín acabando con gran parte de la estructura económico-político-social existente. Algo de razón tienen, aunque aciertan poco en los métodos, en la atribución de culpabilidad y en las propuestas de soluciones, que parecen diseñadas por extraterrestres.
Como tales protestas y objetivos ocuparon amplios espacios en los medios informativos, haré referencia a otros marcos que en los mismos días y en Barcelona reflexionaron sobre la crisis desde panorámicas bien distintas. Aceptado por todos que estamos fatal, partían del supuesto de que urge aportar propuestas viables para salir adelante. Iniciativas quizás limitadas a aspectos puntuales o sectoriales, porque los cambios grandes suelen ser más la suma de muchos pocos que un fenómeno súbito y espectacular.
El Salón del Automóvil fue una apuesta importante en este sentido, al margen
Algo de razón tienen los que promueven escraches, pero no aciertan en los métodos ni en la culpabilidad
de ventas inmediatas. El sector está atravesando en España una crisis de caballo, y no precisamente de caballos de vapor en la potencia de los vehículos. La caída de ventas en el mercado interno ha sido espectacular. Cada año peor que el anterior. Pero los fabricantes evidencian un enorme esfuerzo por innovar, abrirse camino, buscar mercados aquí y fuera. No tiran la toalla.
Con motivo del día internacional de la Familia, el IESE y la Plataforma per la Família Catalunya-ONU 2014 celebraban una jornada sobre conciliación de vida laboral y familiar, sin rehuir el entorno de la crisis. Una de las conclusiones era la de facilitar los contratos a tiempo parcial, de forma que dos contratos a tiempo parcial cuesten fiscalmente lo mismo que uno a tiempo completo y no como ocurre ahora. Facilitaría la conciliación.
Quizás es abrir paso a miniempleos, pero son preferibles estos que trabajo cero. Y se valoró el trabajo no remunerado como una gran aportación. Quienes trabajan o han trabajado en casa propia o de otros no son marujas. Su aportación al PIB es sustancial. Del orden del 33 por ciento. Acabar con el estereotipo y reconocerle valor profesional generando derechos abre un nuevo horizonte.