Del Rosario: “El festival ha sido una cura de ego”
Tras quedar en penúltima posición en Eurovisión, la cantante de El sueño de Morfeo, Raquel del Rosario, señaló ayer en su blog personal, que el festival ha supuesto una “cura de ego necesaria” y, pese al resultado, “no lo cambiaría por nada”. “Bueno, ya ha pasado el festival, una vez más envuelto en polémica de todo tipo y, haciendo un balance de lo que ha supuesto para mí profesional y personalmente, no lo cambiaría por nada”, ha reconocido en su blog, Planeta Articular.
Del Rosario, que actuó en quinta posición, ha contado que durante el viaje de vuelta de la ciudad sueca de Malmö, donde se celebró la 58 edición de Eurovisión, leyó una frase del libro La medicina del alma, de Eric Rolf, que le cambió la manera de aceptar la derrota. “Entre los alimentos del alma está: aceptar desafíos y tomar riesgos, sobre todo arriesgar el ego”. Con esta frase, la canaria reconoce que entendió que Eurovisión había supuesto para ella “una cura de ego necesaria” y compartió este pensamiento con su pareja, quien, según la intérprete, “ha sido su mayor apoyo”. La canaria reconoce que a la hora de hacer un balance ha preferido ser crítica con ella misma, en vez de opinar.
La cantante dice que Eurovisión fue un reto que aceptaron “con ilusión” pese a saber que se exponían a “críticas y el riesgo de quedar en una mala posición”. Respecto al momento mismo de la actuación, la canaria ha confesado que “disfrutó mucho” la experiencia, y se la lleva “grabada” en su corazón como una lección importante en “su vida”.
Al final del blog, Raquel cambia el tono y califica de “injusto” el trato que se la han dado, a su llegada a España, “Esta mañana me he despertado
La cantante dice en su blog que aceptó ir a Eurovisión pese al riesgo de quedar en mala posición
con la noticia de que no atendí a los medios a mi llegada al aeropuerto y que fui borde con ellos, lo siento mucho pero esto si que no es justo”. Insiste que su actitud con los medios esta semana ha sido “impecable”, pero explica que “a mi llegada (a Madrid) solo había dos paparazzi, ningún periodista cultural, musical o similar al menos yo entiendo por medios, eso. No hay cosa que me robe más energía que un paparazzi que me atraque de manera improvisada”.