El madridismo tira con bala
Seguidores, expresidentes y exjugadores critican a Mourinho y a Florentino
Veinticuatro horas después de la rueda de prensa en la que se escenificó que Mourinho dejaba de ser el entrenador del Madrid al final de la presente temporada, ya no quedan mourinhistas. Como si se tratara de un auto de fe medieval, el madridismo se dispone a pasar página a toda prisa y ya nadie habla bien del entrenador al que se le confió todo el poder para ejecutar el proyecto del segundo mandato de Florentino Pérez. De repente, todas las encuestas de consumo interno del club en las que se aseguraba que Mou seguía contando con el apoyo de los aficionados se han volatilizado. Es verdad que la masa social que acude al Bernabeu llevaba algún tiempo pitándole, pero sobre todo a raíz de la eliminación ante el Borussia: o sea, dos partidos, ante el Valladolid y el Málaga, pero ahora las encuestas digitales ofrecen datos demoledores. Superados los 90.000 votos de una consulta organizada por
Marca, los encuestados dan un suspenso rotundo a Mou. El 40% valora su trabajo como insuficiente y el 22% como muy deficiente.
A lo largo del día de ayer fueron muchos los sectores del ma- dridismo que aprovecharon para hacer leña del árbol caído, a la cabeza de los mismos dos de los antecesores de Florentino Pérez en el cargo, Lorenzo Sanz y Ramón Calderón. Para Lorenzo Sanz, con el que el Madrid ganó dos Champions y una Liga, pero que ahora mismo se ve envuelto en procesos judiciales por estafa, “el Real Madrid le ha venido grande a José Mourinho. Va a pasar a la historia como un entrenador más, ni de los mejores ni el mejor”.
Ramón Calderón, que llegó a la presidencia en unas elecciones que acabaron en los juzgados y que tuvo que dejar el cargo por amañar una asamblea de socios, realizó ayer en Catalunya Ràdio, un balance negativo del periodo de Mou. “Las barbaridades de Mou no sólo han sido protegidas sino alentadas, como la pancarta del dedo de Mourinho” (Mou, tu dedo nos señala el camino), con ocasión de la agresión a Tito. “Lo que se puede decir de la destitución de Mou es que Florentino ha perdido la cabeza, no que haya relanzado al club”, zanjó.
Si Sanz y Calderón forman parte del pasado del club, la oposición a Florentino que quiere ser el futuro está encarnada sobre todo por Plataforma Blanca, un grupo de socios y simpatizantes que se hace escuchar en las asambleas. Su presidente, Eugenio Martínez Bravo, quien continuamente ha afeado a Florentino que diera tanto poder a Mou tiraba ayer por elevación para explicar la causa de los males: “El problema de Mou es que nunca se le explicó, ni entendió ni aceptó que el Madrid era más grande que él”. Radomir Antic, el único entrenador del Madrid que fue despedido con el equipo líder de la Liga, fue ayer otra de las voces críticas a la hora de hacer balance: “Los grandes jugadores no hacen siempre grandes equipos. Un buen ambiente es necesario y es evidente que la convivencia no ha sido la mejor. Mou ha impuesto su ego y el Madrid le ha dejado hacer todo lo que ha querido”.
Si hay dos exjugadores del Madrid que en alguna ocasión han sonado como presidenciables son Emilio Butragueño y Manuel Sanchís. El primero estaba ayer en Guatemala en un acto del club. Sanchís ofrecía su versión de lo que ha pasado: “Creo que flota en el ambiente del Madrid la ilusión de que se haga alguna vez algo, ni mejor ni peor, sino distinto”. Y sigue: “Yo apostaría por un modelo con exfutbolistas del club al mando, un perfil como el del Bayern y no hecho sólo por mí, sino con esa filosofía. No veo mal que algún día pase”.