Viva la danzaora
El festival Ciutat Flamenco rinde homenaje a Carmen Amaya
Misterio. En torno a la figura de Carmen Amaya y al flamenco. Más allá de las escasas biografías de la artista y de la clásica concepción del baile tradicional más internacional del país hay muchas puertas por abrir. El festival Ciutat Flamenco vuelve a Barcelona, entre el jueves 23 y el domingo 26, con la idea de explorar perfiles desconocidos de la bailaora y cantaora Carmen Amaya en el cincuentenario de su muerte y “profundizar en la relación del flamenco con la contemporaneidad”, explica Lluís Cabrera, director del Taller de Músics y organizador del certamen.
“El festival quiere crear conflicto, confrontar ideas, provocar discusión dialéctica sobre qué es el flamenco, qué ha sido y que puede llegar a ser”. Cabrera destaca que el certamen escapa de la programación obvia y apuesta por la heterodoxia, la transgresión y la combinación de disciplinas, todo ello en el marco del flamenco contemporáneo. Desde conciertos a cursos de fotografía pasando por talleres de improvisación o una sardinada popular. Ciutat Flamenco propone un homenaje a Carmen Amaya en su ciudad natal.
El pistoletazo de salida correrá a cargo de Rocío Molina y su espectáculo Danzaora-Vi
nática en el Mercat de les Flors. “La artista que más
El festival, coordinado por Lluís Cabrera, explora perfiles inéditos de Amaya
transcendencia está teniendo a nivel internacional”, según Francesc Casadesús, director del Mercat, ha inspirado el término danzaora para describir la mezcla entre flamenco y danza clásica. Rocío Molina saldrá también a la calle para hacer su reverencia particular a Carmen Amaya en la fuente que lleva el nombre de la bailaora en la Barceloneta. Molina “improvisará sobre su imaginario de la figura de Carmen Amaya trabajando con sonidos, agua, espacio, peces, su zapateado y el brillo”, dice Juan Carlos Lérida, comisario de la actividad gratuita.
A la actuación de Rocío Molina se sumarán el viernes dos conciertos dedicados a Buenos Aires y Nueva York. Siste
ma Tango conectará con el país donde se exilió del franquismo y Antes existió el grito trazará un puente con la América Negra. El sábado la música coreana se encontrará con el flamenco.
El punto final lo pondrá el domingo un espectáculo Lo que nos queda de
Carmen en el que colaboran niños de etnia gitana del barrio del Gornal de Hospitalet de Llobregat, alumnos del Institut del Teatre, la Banda Municipal de Barcelona y la bailaora Eva Yerbabuena. El festival irá más allá de los conciertos, con el ciclo Flamenco Empírico, un espacio para la creación, en Talleres y fraguas, como la improvisación que llevarán a cabo María Muñoz-Mal Pelo, el irlandés Dunne, el noruego Hansegard y el Niño de Elche en Tócame las palmas. Los artistas emergentes tendrán su lugar en los siete tapeos de diez minutos que se ofrecerán en el vestíbulo del Mercat antes de los conciertos, elegidos a través de YouTube por Juan Carlos Lérida.