Sorpresa en Irán por el radicalismo de los candidatos a presidente autorizados
El Consejo de Guardianes excluye a Rafsanyani, el hombre del voto de protesta
Las elecciones presidenciales iraníes del 14 de junio arrancaron oficialmente con noticias que tienen a un sector de la población en estado de shock. Después de que 686 personas aspiraran a participar en estos comicios en los que se elegirá al sustituto del presidente, Mahmud Ahmadineyad, sólo ocho candidatos fueron aprobados por el Consejo de Guardianes de la Revolución, que tiene entre sus funciones evaluar las credenciales islámicas y revolucionarias de los aspirantes.
Pero la verdadera sorpresa llegó al confirmar que dentro de la selecta lista no se encuentra el veterano expresidente y uno de los fundadores de la República Islámica, Hashemi Rafsanyani, en quien muchos iraníes disconformes habían depositado sus esperanzas. Otro de los descalificados es Esfandiar Rahim Mashaei, a quien Ahmadineyad pretendía cederle su capital político.
La decisión del Consejo de Guardianes de mantener al margen de la lista final de candidatos a una decena de políticos de renombre dejó claro para muchos iraníes que el círculo de poder se ha cerrado hasta límites extremos. La mayoría de los elegidos son personalidades relacionadas con el sector más radical del régi- men y con fuertes vínculos con el líder supremo, Ali Jamenei.
“Está claro que Jamenei decidió sacrificar la gran votación que podría darle Rafsanyani por la seguridad de que no habrá ningún disturbio durante las elecciones ni después de ellas. Ya tuvo bastante con Ahmadineyad”, dijo un analista político que pidió anonimato y destacó las fuertes medidas de seguridad impuestas en Teherán estos últimos días.
“Sabemos que no es el mejor –por Rafsanyani–. Y que es un viejo con muchos fallos. Pero al menos es moderado, sabe cómo manejar el país y entiende bien que Irán tiene que abrirse al mundo para poder salir de esta crisis económica”, explicaba ayer un empresario de 52 años que aseguró que la prioridad para el nuevo presidente será librar a Irán de las sanciones económicas por su programa nuclear.
Un ejemplo de este sentir popular es la caída del rial, la moneda local, que pasó de cambiarse a 45.000 por un euro a 45.500. “Es por Rafsanyani”, declaró el administrador de una casa de cambio del centro de Teherán.
El ayatolá Rafsanyani nunca tuvo el camino claro. Los ataques en su contra surgieron desde el momento en que inscribió su candidatura. Los radicales lo acusaron, entre otras cosas, de haber apoyado el movimiento verde que surgió tras las polémicas elecciones del 2009, que terminaron con millones de personas en las calles protestando por la victoria de Ahmadineyad, que ellos consideraban que había sido amañada.
Aun bajo estas circunstancias, la descalificación del expresidente, que sigue ejerciendo el cargo de secretario del influyente Comité de Discernimiento, fue criticada ayer desde varios sectores que consideran a Rafsanyani uno de los pilares de la República Islámica. Varias personalidades pidieron a Jamenei que reconsiderara la decisión. Una de ellas fue la hija de Jomeini, Zahra Mustafavi,
La hija de Jomeini se encuentra entre quienes han pedido al líder supremo que reconsidere el fallo
quien recordó que su padre decía que Jameini y Rafsanyani siempre tendrían que estar juntos. “Estoy segura de que digo lo que la gente quiere decir”, afirmó.
El portavoz de la campaña de Rafsanyani, sin embargo, dijo que acatarían la decisión. Actitud opuesta a la que tomaron Mashaei y Ahmadineyad, que declararon que la consideran injusta y anunciaron que apelarán al líder supremo. Algunos analistas creen que Mashaei y el presidente, que termina sus dos periodos enfrentado hasta con los radicales, iniciarán un cruce de declaraciones con el régimen que puede cambiar el rumbo de una campaña que comenzó ayer con Said Yalili, secretario del Comité de Seguridad Nacional, como favorito.
A pesar de que dentro de la corta lista de candidatos hay nombres cercanos al reformismo como el exvicepresidente Mohamad Reza Aref o el clérigo moderado Hasan Rohani –a quien podría ir el apoyo de Rafsanyani–, la pelea ha quedado entre los candidatos más cercanos al líder supremo. Entre estos se encuentran el exministro de Asuntos Exteriores, Ali Akbar Velayati; el veterano parlamentario GholamAli Hadad Adel; el alcalde de Teherán, Mohamed Bager Galibaf y Said Yalili, que también es el encargado de negociar la cuestión nuclear con Occidente.