Celsa negocia pagar a la banca con la venta de activos en el exterior
El grupo siderúrgico Celsa controlado por la familia Rubiralta encara el tramo final de las negociaciones para la refinanciación de su deuda, que en global asciende a unos 3.000 millones de euros. Fuentes conocedoras de las negociaciones afirman que una de las propuestas que se han puesto encima de la mesa es que una parte del crédito sindicado de 1.600 millones de euros que se intenta prorrogar por cinco años se pague en especies, con la venta de alguna de las filiales del grupo en el exterior. Fuentes de la empresa matizaron que sólo se procedería a la venta del grupo internacional si no se podía hacer frente al pago en el futuro. El grupo, presidido por Francesc Rubiralta, cuenta con filiales en Gran Bretaña, Polonia, Noruega y Francia.
El pacto no está aún firmado por la reticencia que muestran algunos de los bancos extranjeros, especialmente el francés Natixis. En el proceso participan una veintena y los principales son el Santander, el BBVA, Caixa Bank, Banc Sabadell, Banco Popular, Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia y Barclays.
El día 31 de mayo vence la prórroga que la banca acreedora dio a Celsa. Ahora se trabaja para prolongarlo cinco años más. Adicionalmente a la refinanciación, fuentes consultadas señalaron que las entidades concederían una línea de liquidez por 30 millones de euros.
Además de los 1.600 millones del crédito sindicado, hay otros 1.400 millones en instrumentos como descuentos, efec- tos, factoring, etcétera. En el caso de que alguna entidad no aceptara la refinanciación, el resto de bancos debería asumir la deuda del resto.
El grupo siderúrgico Celsa redujo el año pasado su facturación un 6%, hasta los 4.500 millones de euros, al tiempo que ajustó la plantilla en 460 personas más 140 este 2013.