Gallardón acepta ahora como supuesto para abortar el daño psicológico
Justicia mantendrá los tres vías de la ley de 1985, con criterios más duros
Madrid
Pese a que aún no hay ni sólo borrador ni tampoco previsión de su presentación en breve, tal como confirman fuentes del Ejecutivo, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, continúa lanzando apuntes sobre el contenido de la reforma de la ley del aborto del 2010. Ayer volvió a dar otra pincelada: la nueva normativa incluirá el supuesto de daño psicológico de la madre, como confirmó en una entrevista en Onda Cero. Por los datos que él mismo ha ido desgranando, parece que al final se mantendrán los tres supuestos de la norma redactada hace casi tres décadas: no se permitirá la interrupción voluntaria del embarazo a ninguna mujer salvo en caso de violación, daño físico o psicológico de la embarazada o en caso de malformación del feto. Lo que no se sabe, porque el titular de Justicia aún no lo ha explicado, es qué requisitos exigirá el legislador para permitir la interrupción del embarazo en el caso de que una mujer se encuentre en algún supuesto.
Llama la atención, sin embargo, que Gallardón esté de acuerdo ahora con el supuesto de daño psicológico cuando desde el mismo PP no han faltado voces denunciando que esa excepción era un “coladero” (pese a que se requería un certificado médico), que al final escondía realmente el aborto libre. Precisamente, el Gobierno de Zapatero llevó a cabo la reforma de la ley de 1985 para, entre otras cuestiones, establecer un plazo para el aborto, de hasta 14 semanas (el supuesto de daño psicológico no tenía plazos). No hay que dar explicaciones, eso sí, siempre que se esté dentro de esas semanas.
Gallardón defendió ayer ese supuesto y achacó a una mala praxis del sistema que se produjera ese “coladero”. Y dio a entender que habrá más controles para comprobar el daño psicológico, entre otros, mencionó la “acreditación profesional” (que ya existía en la norma de 1985).
En cuanto al otro supuesto, el de la malformación del feto, Gallardón volvió a insistir en que una discapacidad no será motivo de aborto pero sí una malformación del feto –se desprende que muy grave–, alegando que España ha firmado la convención de Naciones Unidas de protección de derechos de las personas con discapacidad que no permite la discriminación. Por el momento se desconoce qué se entiende exactamente por una discapacidad o una malformación del feto. Algo que tampoco aclaró el ministro ni el Senado ni el Congreso,
El ministro de Justicia sigue desgranando la futura norma pese a que aún no hay ni borrador
donde esta misma semana ha hablado sobre el aborto a preguntas de la oposición. Sólo hay cuatro países en Europa –Malta, Andorra, Irlanda y Polonia– que no permite el aborto en casos de malformación, tal como señaló la portavoz de la Entesa, Mónica Almiñana.
Precisamente esta senadora denunció el “gran sufrimiento tanto para el nacido como para los padres” que causa este tipo de enfermedades y malformaciones y afirmó que Gallardón no podía “obligar a convivir a miles de personas con la enfermedad y el sufrimiento o con la muerte prematura de los hijos”. Ayer, Gallardón le contestó señalando que “la ley resolverá las situaciones difíciles a las que se enfrenta la mujer en caso de una malformación”. No hubo más concreción.
El titular de Justicia enarbola como la norma ideal para el aborto la de hace casi 30 años, asegurando que fue un texto consensuado por todas las fuerzas políticas, en las que “hubo renuncias por todas partes”. Fuentes del Ejecutivo confirmaron a este periódico que la reforma del aborto no es en este momento una prioridad y que, antes de esta, debe resolver la ley orgánica del Poder Judicial, entre otras.