Un rincón con encanto
La Cúpula, el restaurante del Garraf
Existen en el mundo parajes encantadores que, por la importancia turística y paisajística de su entorno pasan desapercibidos. El lector, sin duda, ha oído hablar de la belleza e importancia de la península de Portofino así como de las vecinas villas de la costa de la Liguria. Sin embargo, frecuentemente, se ignora la pintoresca y acogedora costa de Cinqueterre, vecina de aquella.
En la provincia de la Spezia, bañada por el mar de Liguria, la zona de la Riviera de Poniente contiene cinco hermosos pueblos, Monterosso, Vernazza, Comiglia, Manarola y Riomaggiore. Cada una de ellas, con sus particulares calles y auténticas terrazas que descienden, casi en vertical, desde las empinadas viñas.
La proximidad de los grandes centros turísticos de Portofino y alrededores constituye una imaginaria cortina que oculta las
Colgado sobre las aguas de la comarca, este restaurante se halla en un enclave de absoluto privilegio
bellezas de la Cinqueterre.
Algo parecido, salvando las distancias, se da con la coquetona villa del Garraf, barrio del municipio de Sitges. Enclavada entre Castelldefels y el propio Sitges, su difícil acceso hace que su visita no resulte cómoda y, por ello, poco conocida a pesar de su proximidad a Barcelona.
En este pueblecito, hace ya 36 años, Isidro Fausté quedó maravillado cuando descubrió las bellezas del lugar. El flechazo fue instantáneo y, de inmediato, se puso manos a la obra para edificar un pequeño chiringuito, a pie de playa, chiringuito que aún existe y donde, en un principio, se limitó a servir carne a la brasa.
El éxito del proyecto dio lugar a la construcción del actual restaurante, de peculiar estructura, que es objeto de este comentario.
Este restaurante, colgado materialmente sobre las aguas del Garraf, se halla en un enclave de absoluto privilegio. La pequeña cala que se encuentra al norte del restaurante, contigua al mismo, tiene su charme especial. Unas cuantas casitas de madera, mimadas hasta el extremo, dan un toque particularmente nostálgico a esta encantadora playa, creando un ambiente que, al caer la tarde y con la llegada de la penumbra, resulta seductoramente mágico.
El restaurante, de funcional decoración, cuenta con una terraza apoyada en el acantilado que constituye una miranda de lujo.
Isidro Fausté, creador del negocio, ya está traspasando los trastos a su hijo Marc, enamorado de su profesión. De niño, Marc, dada la total dedicación de su padre al negocio, debía permanecer en el restaurante para disfrutar de la compañía de su progenitor. Esta asidua asistencia acabó cautivándole y, dejando sus estudios, decidió dedicarse en cuerpo y alma al negocio.
Marc, actúa de director y recepcionista del establecimiento, si bien, como debe ser, previamente estuvo al frente de los fogones para demostrar, en la práctica, las enseñanzas recibidas en la escuela de Mey Hoffman.
Hoy recibe a la clientela con simpatía y desparpajo y, conocedor del oficio, cautiva por su entusiasmo y sugerente conversación. La clientela asiste solícita y no es raro encontrar personajes del deporte o de la pantalla.
En su reciente visita, 5 a Taula probó una serie de platos que, basados en la tradición marinera de la zona, rendían pleitesía a los productos típicos del lugar. Debemos decir que la confección de los mismos, siempre dentro de los cánones clásicos, rayaba a un notable nivel.
El xató, imprescindible en la zona, fue de notable alto; el chanquete de unas dimensiones minúsculas, difíciles de encontrar y perfectamente frito; unas navajas del Delta del Ebre, los famo
Siempre dentro de los cánones clásicos, los platos, con productos típicos del lugar, rayan un notable nivel
sos canyuts, de unas dimensiones, dulzura y sabor excepcionales; el arroz de cigalas, jugoso y suelto con cigalas de calidad y, finalmente, tanto la lubina al horno como el rodaballo a la gallega destacaban por su frescura y su perfecta confección.
Los postres no son de confección propia, pero se encargan especialmente a un pastelero que elabora unos pasteles y sorbetes destacables como lo fue la deliciosa mouse de coco y mango.
Esta casa dedica a la coctelería una atención especial y es posible disfrutar de su terraza hasta bien avanzada la noche.
Ya ven, un recóndito rincón con todo el encanto de nuestra costa a dos pasos de la atribulada urbe, para gozar de un paisaje excepcional y de una mesa a la altura del entorno.