El juez Ruz imputa a los responsables de Pescanova por falsear sus cuentas
El auto considera que la alteración de datos movió a engaño a los inversores
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz imputó ayer al presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro, a otros tres directivos de la entidad y al grupo alimentario como persona jurídica por falsear presuntamente sus cuentas anuales y utilizar información relevante. En el mismo auto, el juez cita a los imputados a declarar para los próximos días 1 y 2 de julio, al tiempo que se declara competente para instruir esta causa y admite parcialmente a trámite tres de las cuatro querellas presentadas contra los responsables de la sociedad.
Además de Fernández de Sousa-Faro, el magistrado ha imputado al consejero Alfonso PazAndrade por los delitos de falseamiento de información económico-financiera, de las cuentas anuales y uso de información relevante. Este último delito también lo atribuye a los accionistas José Alberto Barreras y José Antonio Pérez-Nievas y seis empresas accionistas de la compañía.El juez Ruz acuerda en la misma resolución la intervención judicial de la empresa, al considerar que está siendo sometida a un proceso de administración concursal.
En cuanto al fondo del asunto, el magistrado Ruz asegura que los administradores de Pescanova se valieron de información reflejada en las cuentas anuales (...) a sabiendas de que “no se ajustaba a la realidad”, a pesar de lo cual proporcionaron públicamente una imagen irreal de la situación económica de la empresa, lo que condujo a error a los querellantes, influyendo en su decisión de adquirir paquetes de acciones.
Entre los meses de agosto de 2012 y enero de 2013 varios analistas financieros recomendaron la inversión en estos valores en base a estos datos falsos. Los accionistas que han presentado las querellas admitidas acusan específicamente a Sabadell BS Bolsa FI de haber procedido a la venta masiva de títulos de la compañía coincidiendo con una subida mientras aconsejaban la compra a sus clientes “por lo que consideran que podrían haber utilizado información reservada”. Ruz agrega que las cuentas anuales de los ejercicios 2008, 2010 y 2011, los folletos informativos y otros informes financieros “no reflejaban la imagen fiel” de la compañía como se deduce del hecho de que unos meses después su presidente comunicara a la CNMV su decisión de no formular sus cuentas de 2012. En marzo quedó suspendida la cotización de la acción y en abril, Pescanova solicitó la declaración de concurso de acreedores.
Pescanova corre el riesgo de ser troceada y liquidada por parte. Así lo reconoció ayer su presidente, Manuel Fernández de Sousa, al anunciar que luchará para que la empresa “no se fraccione”. En la primera entrevista que con
El magistrado cita a los imputados para declarar sobre los hechos denunciados los días 1 y 2 de julio
cede tras el estallido de la multinacional que fundó su padre, Sousa afirmó en la Cadena Ser que “no hay un agujero de 3.000 millones de euros ni nada por el estilo; se está confundiendo cifras y lo que hay es lo contrario”.
Sin embargo, el empresario no explicó los motivos por los que se duplicó la deuda de Pescanova en unos meses, al aflorar préstamos ocultos, ni las razones de la quiebra de esta compañía, perteneciente al sector alimentario y que por tanto no está directamente afectada por la crisis.