“En construcción, la mejor rentabilidad procede de los clientes satisfechos”
Edificacions Baró es una empresa familiar con una larga trayectoria en el sector de la construcción. Hoy está dirigida por la sexta generación de la saga, representada por los hermanos Jaume y Josep Baró. Hemos hablado con este último para conocer cuál es la filosofía de la firma.
¿Cuándo inició su andadura Edificacions Baró?
La relación entre la familia y el sector de la construcción viene de lejos, de hace más de 170 años. La inició Gabriel Baró antes de 1842, a quien siguió una saga de “Maestros de obra” (Félix, Josep, Alfred...) hasta llegar a Manuel Baró (aparejador), a mi hermano y a mí, que somos ingenieros industriales y seguimos manteniendo el oficio de contratista de obras. En todo este tiempo, la especialización y la tecnificación de la construcción han traído consigo la evolución del trabajo, aunque nosotros creemos que la preparación técnica y la tecnología no son suficientes para garantizar una buena ejecución de la obra. También es fundamental conocer el oficio de constructor para cumplir con
“Edificacions Baró es una empresa familiar capaz de realizar cualquier obra”
nuestra filosofía: “la fiabilidad del trabajo bien hecho”.
¿Cuál es la experiencia de los directivos de la empresa?
La dirección de Edificacions Baró está en manos de ingenieros industriales con 30 años de experiencia, a lo que hay que sumar que el fundador del consejo de administración -que lleva más de 50 años en el sector de la construcción- continua formando parte del mismo. En estos años al frente de la empresa, hemos acumulado una amplia experiencia en cualquier tipo de obra, desde viviendas a oficinas, pasando por gasolineras, aparcamientos, pabellones deportivos, tiendas, masías y hospitales. Además, la preparación técnica del equipo -que incluye aparejadores, geómetras e ingenieros industriales- y los años en el sector nos ofrecen una importante ventaja competitiva.
¿Qué servicios ofrecen actualmente?
Nuestra actividad principal es la construcción de obras. Nuestro oficio es poder hacer realidad un proyecto y convertir unos planos en una construcción fiel y bien ejecutada. No obstante, este trabajo nos ha llevado a realizar otras funciones, como las de promotor o las de arrendadores. En el primer caso, actuar como contratista ha estado ligado siempre a la realización de promociones propias (el abuelo Alfred solía contratar para algunas de ellas al insigne arquitecto Manuel J. Raspall); en el segundo, el alquiler de las viviendas no vendidas se ha convertido en un nuevo negocio, y más en estos tiempos de crisis.
¿Qué elementos diferencian a la empresa de sus competidores?
Creo que lo que mejor nos define, además de la experiencia y la voluntad de realizar los trabajos de la mejor forma, es que nuestra capacidad técnica nos permite acometer cualquier tipo de proyecto y ofrecer el servicio adecuado a cada cliente. Podemos realizar las obras de construcción en general y su mantenimiento, pero también hacernos cargo de todos los procesos del proyecto. Esto beneficia al cliente, que tiene un único interlocutor, y también nos permite controlar la calidad de todas las fases de la obra.
¿Cómo definiría su filosofía de trabajo?
Nuestro mercado son las edificaciones de calidad concebidas en base a proyectos personalizados de clientes particulares que han optado por confiar en nuestra experiencia en el sector. Nuestro posicionamiento se sitúa en un área local que abarcas la comarca del Vallès Oriental y la provincia de Barcelona, aunque hemos realizado obras en otros lugares. En todos los casos hemos enarbolado siempre una filosofía basada en la experiencia, la seriedad, el compromiso y la calidad, que vienen dadas por la calificación técnica de nuestro equipo y por una manera de trabajar que conjuga la visión moderna con la del “contratista de toda la vida”, el que tiene clientes nuevos por la recomendación de los antiguos.
¿A qué perfil responden esos clientes?
La mayor parte de ellos son particulares o instituciones privadas, aunque también trabajamos para los ayuntamientos y las administracioners locales. El mejor guión para la construcción de una obra es un presupuesto basado en unas buenas mediciones que reflejen fielmente el proyecto, y eso pasa por que el cliente y el técnico tengan una comunicación fluida. Ese contacto con el cliente nos permite conocer el proyecto con detalle, realizar un seguimiento detallado y obtener el resultado final que se busca.
¿Qué papel juega el coste en este ámbito?
Es evidente que la crisis afecta también desde el punto de vista económico, pero para nosotros la rentabilidad económica queda en un plano secundario frente a la ejecución de una obra. Priorizamos la construcción antes que el beneficio, que es a corto plazo; preferimos potenciar la calidad de la construcción y el trabajo bien hecho porque la mejor rentabilidad procede de los clientes satisfechos.
¿Cuál es la estructura de la empresa?
Disponemos de unas amplias oficinas de más de 150 metros cuadrados equipadas con las tecnologías, el software y los servicios de comunicación adecuados para atender a nuestros clientes y las necesidades de cada obra en construcción. Además, contamos con una nave-almacén que acoge todo el equipamiento, con varios vehículos para ofrecer servicio inmediato y con
“La experiencia de la empresa se remonta a mediados del siglo XIX”
una red de colaboradores industriales que nos ofrecen todo tipo de maquinaria y materiales. El equipo humano de Edificacions Baró está compuesto por un grupo de Jefes de obra y una veintena de albañiles y peones especializados que nos permiten realizar cualquier proyecto.
¿En qué están trabajando actualmente?
En estos momentos estamos construyendo un nuevo proyecto de 47 viviendas en Castelldefels, y también realizando trabajos de rehabilitación en varios edificios y viviendas, un campo en el que hay mucho trabajo que hacer todavía. De cara al futuro, no descartamos ir a trabajar fuera del país a través de la exportación de know how propio.