Poco fiable

Parece que la Comisión Europea está de acuerdo en dar un poco más de tiempo al Gobierno de España para cumplir el déficit. Aunque a cambio, eso sí, de que unos inspectores –los hombres de negro– investiguen cómo se hacen las cosas que han sido propuestas a Europa desde el Gobierno. Y las cosas que no se han cumplido son, por ejemplo, las medidas para combatir el paro y crear empleo y que los créditos lleguen a las pequeñas y medianas empresas; dicho de otra manera, los aspectos más sociales de las ayudas que ha recibido España. Y es por ello que envían inspectores, porque no se fían de lo que el Gobierno de

R. MARGARIT, Rajoy les dice y quieren saber de cerca qué es lo que hace. Y si esto no es una intervención con todas las de la ley, ya me dirán qué es. Por ahora, los beneficiados han sido la banca y sus flecos, pero la población es cada día más pobre, de manera que por mucha mayoría absoluta que tenga este Gobierno de España, tan sólo está beneficiando a los que más tienen, como siempre.

Además, queda la inmensa estructura de Estado que conserva el Gobierno central y que no quiere soltar: ministerios que no sirven para nada porque las competencias ya han sido transferidas a las autonomías, como la sanidad, la cultura y la educación; la cantidad de asesores pagados que tiene cada ministro; la duplicación de funciones en las distintas administraciones; el Senado, totalmente prescindible. También es eso lo que los inspectores de Europa quieren controlar, porque son gastos injustificables.

No se crea empleo si no se invierte y eso quiere decir partidas aplicadas ya y unas prioridades sociales que parece que este Gobierno no tiene en cuenta. En resumen, un Gobierno que no es de fiar, ni por lo que dice ni por lo que hace, y esta es la dura realidad que Europa quiere controlar para que las ayudas lleguen a los más necesitados y no para aumentar el poder de los ya muy poderosos. Y todo ello con el agravante de que el PP, este partido que ahora gobierna España, se halla bajo sospecha judicial por los papeles de Bárcenas. Una razón de más para no fiarse.